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El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha denunciado que por intentar "encajar" a los nacionalistas en el sistema constitucional "se ha desencajado toda España".
Cuarenta años de hegemonía política, social y cultural del nacionalismo en Cataluña son demasiados
Rivera participó en un acto en Madrid junto al escritor y filósofo Fernando Savater. Así, cierra la candidatura de Ciudadanos al Congreso de los Diputados por Madrid en las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. También estuvo el dramaturgo Albert Boadella.
Junto a la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, la situación en Cataluña y las fórmulas para combatir políticamente el independentismo centraron las reflexiones de los protagonistas.
"Estoy harto de tener razón" alertando de lo que ocurre, dijo Albert Rivera
"No quiero ser el agorero que siempre acierta, quiero ser parte de la solución", añadió.
Explicó su apuesta por "rearmar al Estado" tanto política como intelectualmente, de forma que frente al "plan de destruir España" que tienen los nacionalistas; "que es una obsesión, en realidad", los constitucionalistas tengan "un proyecto de esperanza" a desplegar en varias legislaturas.
Rivera negó la tesis del bipartidismo sobre la necesidad de "encajar Cataluña en España" por entender que ya está encajada desde la aprobación de la Constitución.
Lo que se ha intentado encajar es a los nacionalistas
Para ello "hemos desencajado toda España y hemos puesto patas arriba la igualdad". La prioridad de los constitucionalistas debe ser "recomponer" esa igualdad y volver a "encajar" a todos los españoles.
Aseguró que de cara a las elecciones generales del 10 de noviembre va a dejarse la piel "para que algunos se dejen de tonterías" y para que se empiece a virar el rumbo del país, centrando la atención en los españoles que quieren ese proyecto común y no en quienes quieren romperlo. "No me gustan los tiranos", dijo en un momento del acto, "ni con la bandera del aguilucho ni con la bandera independentista".
Albert Boadella pidió expresamente desmontar algunas "mentiras" que son todo un "embuste histórico", como el de que el franquismo impidió el uso del catalán, algo falso, enfatizó. Negó, además, la tesis nacionalista de que algunos territorios fueron especialmente castigados durante la dictadura. Víctimas fueron todos los españoles, sentenció, pero especialmente los de zonas económicas más empobrecidas.
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