WasteShark, el robot acuático que limpia los ríos

La contaminación del agua es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta nuestro planeta. La basura marina, compuesta por plásticos, metales y otros materiales, tiene un impacto devastador en la vida marina y en los ecosistemas costeros. Pero ahora, una nueva tecnología podría ayudar a combatir este problema: el WasteShark.

Un dron acuático diseñado para recoger basura marina en puertos y otros cuerpos de agua. Es un dispositivo autónomo que utiliza tecnología avanzada para navegar por el agua y recolectar basura en su camino.

El dron tiene una forma de tiburón, lo que lo hace menos intimidante para la vida marina. Además, es bastante silencioso y no emite gases contaminantes, convirtiéndolo en un dispositivo tecnológico menos invasivo que otros métodos de recolección de basura.

WasteShark, un invento holandés para cuidar de los ecosistemas acuáticos

El WasteShark puede recolectar hasta 200 litros de basura en un solo viaje, y puede operar en aguas de hasta dos metros de profundidad. Es capaz de recoger todo tipo de basura, desde plásticos hasta metales y otros materiales.

El dispositivo funciona mediante un sistema de navegación autónoma que utiliza una combinación de sensores, cámaras y otros dispositivos para detectar y recolectar basura.

La contaminación del agua es uno de los mayores problemas ambientales a los que nos enfrentamos en la actualidad. Cada año, millones de toneladas de residuos acaban en los océanos, afectando gravemente a la fauna y la flora marinas.

El WasteShark está equipado con una serie de sensores que le permiten detectar la presencia de basura marina, así sabe que es lo que tiene que absorber mientras navega por las aguas.

Pero no solo eso, sino que el robot tiburón realiza un escaneo en el que recopila datos a la vez que recoge basura. En la información que procesa se refleja la calidad del agua.

Los sensores que incorpora el WasteShark pueden medir la profundidad, la salinidad, la composición química, el equilibrio del pH y la temperatura a la que se encuentra el agua en el que está operando.

Esta tecnología pudo volverse una realidad gracias a la compañía holandesa RanMarine Technology, y contó con fondos de Horizon 2020, el programa de investigación e innovación más grande que jamás se ha lanzado en la Unión Europea.

Tiburón ballena, modelo de animal marino que sirvió de inspiración

Si, el tiburón ballena fue la inspiración para crear al WasteShark, y es que nada con la boca abierta para capturar plancton y peces pequeños, y el robot lleva ese diseño para 'dar caza' a cualquier residuo plástico que se cruce por su camino, sea del tamaño que sea.

Además, los desarrolladores apuntan a que solo un robot tiburón en funcionamiento durante cinco días a la semana, cuenta con la capacidad de eliminar 15.6 toneladas de desechos de los ríos de agua cada año.

El proyecto del WasteShark fue fruto del esfuerzo de WWF junto a Sky Ocean Rescue para proteger un área marina muy importante, el puerto de Ilfracombre, en el norte de Devon, por la gran cantidad de especies y hábitats que alberga bajo sus aguas.