Varias organizaciones trabajan para dar acceso a la salud menstrual a mujeres en situación de crisis humanitaria

La salud menstrual se ha convertido en un derecho desprotegido para muchas mujeres de todo el mundo, sobre todo para aquellas en situación de conflicto o crisis humanitaria. Por eso, varias organizaciones como Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras o Unicef se unen para dar acceso a los productos menstruales más básicos.

Las principales vías para garantizar el acceso a una buena salud menstrual

Las crisis humanitarias y los conflictos bélicos han hecho que miles de mujeres se encuentren en situación de vulnerabilidad, lo que afecta de manera directa a su vida diaria. En cuanto a sus derechos y oportunidades, las mujeres sufren un hecho cada vez más normalizado, y es la falta de acceso a una buena salud menstrual.

En la actualidad, la salud menstrual sigue siendo un hecho privativo para algunas mujeres, sobre todo para aquellas que se encuentran en situación de crisis humanitario o conflicto. A ello también se le suma la discriminación de niñas desplazadas o internas, que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas.

Ante esta situación, organizaciones como Cruz Roja, Unicef o Médicos Sin Fronteras trabajan día a día para ofrecer un acceso a los productos menstruales más básicos y eliminar así los estigmas que surgen en un tema tan normalizado hoy en día.

Para poder cubrir las necesidades de estas niñas y mujeres, las entidades sociales ofrecen kits de higiene, una mayor educación sexual y la creación de un lugar idóneo para las mujeres en los días de menstruación.

Tener la regla en plena crisis humanitaria: un reto al que se enfrentan muchas mujeres en la actualidad

En muchos países, la menstruación sigue siendo un tema tabú, algo negativo y vergonzoso para la mujer. Por eso, la salud menstrual se ha convertido en un privilegio al que la mayoría de las mujeres no pueden acceder, ya que les impiden utilizar compresas o copas menstruales.

Sin embargo, gracias a la aparición de las distintas entidades, muchos campos de refugiados cuentan con puntos clave donde incluyen kits de higiene femenina con los artículos más básicos para este tipo de situaciones.

Además, muchas también cuentan con ropa interior menstrual, sobre todo para las mujeres desplazadas por los conflictos. Así, para garantizar el derecho fundamental de las mujeres a la higiene menstrual, se han lanzado varios proyectos piloto para introducir bragas menstruales.

Todas estas iniciativas han recibido un apoyo muy positivo, ya que son opciones cómodas y fáciles para todas las mujeres que necesiten este kit de limpieza básico. Sin embargo, muchas asociaciones siguen luchando por establecer una salud menstrual en todo el mundo, lo que también requiere la participación de las instituciones y los gobiernos, principales protagonistas de esta situación tan complicada.

Atender las necesidades más específicas para las mujeres, como la salud menstrual, son clave para responder ante los conflictos y las emergencias en muchos países alrededor del mundo.