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El movimiento social de la discapacidad articulado en torno al CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) reprueba que los dirigentes públicos, como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, utilicen la salud mental de las personas como arma de descalificación e insulto contra sus adversarios políticos.
Óscar Puente arremetió contra Díaz Ayuso poniendo en duda su salud mental
Puente, que también es portavoz del PSOE, puso en duda en Twitter el "equilibrio mental" de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Este poco acertado tweet, según el CERMI, connota "como negativos y censurables los aspectos relacionados con la salud mental, lo que supone una agresión injustificada y un daño enorme a la percepción y valoración social positivas de las personas con problemas de salud mental".
Debemos construir una imagen social considerada y respetuosa de todas las personas con discapacidad
Para las personas con enfermedad grave y persistente el estigma y el rechazo, como las consecuentes enfermedades derivadas de problemas de salud mental, se manifiestan especialmente en la dificultad que experimentan para encontrar un trabajo o relacionarse contras personas. Esto les impide alcanzar la deseada autonomía e independencia.
Las personas con discapacidad intelectual pueden presentar los mismos trastornos psicopatológicos que muestran las personas sin discapacidad, en este sentido destaca el hecho de una mayor incidencia de trastornos de conducta y enfermedad mental respecto a la de la población sin discapacidad intelectual.
El CERMI instó a los responsables públicos a "abstenerse de usar la discapacidad como elemento o factor de repudio o rechazo a quienes piensan de modo diferente", y los emplazó a "construir con sus expresiones y comportamientos una imagen social considerada y respetuosa de todas las personas con discapacidad".
El insulto y los descalificativos en la política
Tener un comportamiento políticamente correcto es mantener una actitud neutra para evitar ofender a otras personas. Sin embargo, hace mucho que en política se dejó a un lado lo políticamente correcto.
¿Realmente son necesarios esos descalificativos para hacer política?, ¿son necesarios para argumentar, compartir y comunicar un mensaje? A favor del CERMI cabe decir que los ciudadanos no nos merecemos a representantes políticos que buscan más el 'postureo' de Twitter que el argumento, descalificativos antes que la razón…
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