Para poder disfrutar de una buena calidad de vida en nuestro día a día y sentirnos lo más a gusto posible con nosotros mismos, es esencial cuidar de un factor tan importante como es la salud mental.
El año pasado, unos doce millones de mujeres en 115 países de renta baja y media perdieron el acceso a los servicios de control de la natalidad a causa de la desviación de los recursos y la atención sanitaria a la emergencia del coronavirus.
Esta crisis sanitaria ha supuesto un duro golpe para la calidad de vida de los pacientes crónicos quienes, desde entonces, se sienten desatendidos, solos, vulnerables y con miedo.