'Sanchismo' en los presupuestos generales

María Jesús Montero, ministra de Hacienda del Gobierno de España, presentó ayer los Presupuestos Generales del Estado (PGE), unos presupuestos que están generando mucha polémica entre los ciudadanos, sobre todo entre los empresarios y autónomos.

¿Sube el salario?

En primer lugar, el punto más discutido es el de la subida de salario por imposición, algo que puede resultar contraproducente para la economía y para el empleo.

Expliquemos por qué:

• Esta medida va a obligar a compañías, sobre todo Pymes, a realizar ajustes al alza en el coste de sus empleados, aunque estos no lo generen. Es un hecho, que muchos puestos de trabajo, estarán por debajo del umbral productivo que exige el nuevo salario, lo que puede generar a medio plazo dos situaciones: despidos o menor productividad en las empresas.
• Otras vertientes apuntan a que, con un salario mayor, los empleados trabajarán mejor y la productividad de una compañía subirá, lo cual permitirá al empresario abordar el mayor coste. Sin embargo, para ello, sería necesario también, un mayor porcentaje de crecimiento de la demanda y una economía en expansión. Y estamos en la situación contraria, con el país entrando en ralentización.

Por lo tanto, la medida de la que Podemos presume tanto, puede convertirse en una medida de destrucción de empleo en una economía con claro crecimiento negativo.

El propio ministerio de Economía ha revisado una décima a la baja la previsión de crecimiento del PIB para 2019, pero bancos como BBVA apuntan a más porcentaje.

No olvidemos que, en los presupuestos presentados, inundados de gasto social y claros guiños a Cataluña, vamos a ver la mayor subida de impuestos desde el ejecutivo de Zapatero. Entre ellos, destacar la subida del tramo del IRPF a las rentas más altas, subida al impuesto de Sociedades, eliminar las bonificaciones al diésel o la conocida como 'tasa Google' a las multinacionales. Todo esto representa una mayor presión fiscal para las empresas.

Repasemos, por tanto

Estamos ahogando a las empresas con mayor presión fiscal y con posible menor productividad al tener mayor gasto por empleado, y todo esto, dentro de una economía en ralentización. Se podrá ganar voto de la izquierda y el independentismo, pero las consecuencias para el país pueden ser tremendamente negativas. El tiempo lo dirá.