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Los países del bloque occidental han implantado sanciones a Rusia para castigar al país por la invasión a Ucrania. Este tipo de castigo apunta directamente a la economía.
Las sanciones quieren evitar entrar en un conflicto abierto con una potencia nuclear, y aunque las consecuencias para Moscú ya se están notando, de manera más limitada también afectará al bloque sancionador.
Estas son algunas de las medidas que ha llevado a cabo el bloque occidental contra Rusia:
- Expulsar a la mayoría de los bancos rusos del sistema de pagos internacional Swift.
- Congelar la mitad de las reservas del Banco de Rusia.
- Cerrar sus espacios aéreos a la aviación comercial rusa.
- Limitar las exportaciones con el país
- Bloquear sus canales de propaganda.
- Estados Unidos y Reino Unido han vetado la compra de petróleo de Rusia a sus empresas.
Sanciones a Rusia: los expertos las ven como extensas y atrevidas
Según declaraba a 20Minutos Clara Portela, profesora de la UV y especialista en sanciones multilaterales, las sanciones a Rusia, cuentan con una severidad inédita y desviadas de lo que suele llevar a cabo la Unión Europea en estos casos.
Con las sanciones a Rusia se pretende conseguir que el país no pueda usar sus recursos económicos para financiar la guerra, de esta forma se intenta cortar la capacidad de maniobra y que sea el pueblo ruso el que tenga que asumir los costes del conflicto, así lo afirmaba Carlos Balado, profesor en la OBS Business School Y director de la consultora Eurocofín.
La guerra económica pretende que Putin cese su campaña en Ucrania, pero según apuntan los expertos, puede ocurrir lo contrario, según apunta Clara Portela.
Según esta especialista, las sanciones a Rusia pueden interpretarse de dos maneras:
- Conseguir que las élites que rodean a Putin le retiren su apoyo al verse asfixiadas económicamente.
- Desmontar el mensaje de odio hacia occidente que desde el Kremlin transmite a los ciudadanos rusos.
Las sanciones a Rusia ya han dejado un fuerte impacto en la economía del país, pues al ser expulsados del Swift, el rublo (monera rusa) se hundió y el Banco de Rusia duplicó los tipos de interés al 20 % para frenar esa caída.
Por otra parte, Putin ya impuso un corralito para que los ciudadanos no vacíen de dólares los bancos, por lo que las previsiones es que Rusia incurra en un impago de su deuda de cara a los próximos meses. Pero es pronto para conocer el alcance de las sanciones.
Las sanciones acabarán dañando a los sancionadores
Carlos Balado opina que las sanciones a Rusia se notarían en Europa en un aumento del precio de las materias primas, pero como las relaciones comerciales respecto a exportaciones no son muy estrechas, se percibiría de forma limitada.
Según Balado, lo preocupante es que se dé una guerra, pero las represiones por parte de Putin acabarían por dañar mucho más a su propio país, ya que entrará en recesión, en impago de la deuda y en colapso.
Pero las duras sanciones a Rusia de parte de Occidente, como es el aislamiento a la economía, puede favorecer a ese sueño que tiene Rusia de ser uno mismo. Por otro lado, expulsar a Rusia del comercio, también puede dar pie a que estos estrechen lazos con China y hacer que el mundo se divida en bloques separados, y aún más, pues países como Irán o Venezuela, que han vivido fuerte sanciones occidentales, podrían acabar uniéndose a este grupo.
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