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El menor fue visto por última vez mientras jugaba en un descampado cercano a su casa. Nunca más se supo de su paradero cuando ya ha pasado más de una década.
Hace ya 12 años desde que se le perdió la pista a Yéremi Vargas en la localidad de Vecindario en la isla de Gran Canaria. El pasado 10 de marzo se cumplían ya 12 años de su desaparición. Unos años en los que su familia no ha perdido la esperanza de encontrarlo en una agonía que no cesa.
Siete días más tarde de su desaparición, la Guardia Civil detuvo a un joven de 27 años, acusado de extorsionar supuestamente a la familia. Había pedido 6.000 euros por la liberación del menor de 7 años. Al final se descartó una posible implicación en el caso.
La detención de "El Rubio"
El 1 de junio de 2016, la Guardia Civil localizó a un sospechoso de la desaparición y homicidio de Yéremi. Antonio Ojeda ‘El Rubio’, que ya estaba en prisión en Algeciras (Cádiz) desde 2015 por abusar sexualmente de otro menor.
Ese mismo mes, el sospechoso fue trasladado hasta la cárcel de Juan Grande para comparecer ante el juez el 13 de julio. Sin embargo, "El Rubio" se negó a declarar y a ofrecer muestras de ADN.
En septiembre de ese mismo año, un compañero de celda dijo que "El Rubio" había contado cómo un vecino mató y quemó al menor, lo que negó después el acusado.
A finales de 2016, Antonio Ojeda fue condenado a cinco años de prisión por agredir a otro menor en el año 2012. En ese momento, otro compañero de prisión contó que tras la sentencia, "El Rubio" reconocía que tuvo que hacer desaparecer a Yéremi porque se le fue de las manos.
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