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Las ciudades que han sido sede de Juegos Olímpicos trabajan para salir de lo que ha sido toda una ciudad volcada con los nuevos huéspedes. Sin embargo, varias asociaciones denuncian el abandono que han sufrido algunas infraestructuras de las ciudades que algún día fueron sede de los Juegos Olímpicos. Uno de los ejemplos perfectos fueron los Juegos Olímpicos de Río 2016, que dos años atrás acogieron el Mundial de Fútbol en Brasil.
Gaffney habló en Yorokubu sobre la sede de Río
El geógrafo Christian Gaffney habla de la sede de Río 2016 porque el británico vive en el país carioca. Desde 2016 investiga en Río de Janeiro cómo estos grandes eventos repercuten en la seguridad pública, el transporte, la gentrificación, la economía, la cultura del deporte y la infraestructura.
Gaffney denuncia en Yorokubu que Maracaná era la casa del hincha. Además da con uno de los puntos fuertes: “El problema es que la nueva economía del deporte prioriza la comercialización y la transmisión por televisión, aunque eso implique tener menos gente en las gradas”. Fue un incremento de visualización en el mundo que no llegó a notar el pueblo ya que, según asegura en el libro Rio de Janeiro. Los impactos de la copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos 2016: Además de las infraestructuras de la sede que no se utilizaron a Brasil se le suma “una deuda pública inasumible que crece con el deterioro de toda una villa olímpica sin ser usada”.
Río de Janeiro no es la única sede abandonada tras un evento deportivo de estas características
Antes que Río, otras muchas ciudades sufrieron el desprecio tras cerrar el telón de la sede de los Juegos Olímpicos: Pekín, Atenas, Atlanta o Sarajevo. En Sarajevo, el pódium está hoy agujereado por las balas y bajo la pista se concentran cientos de minas antipersona pendientes de ser desactivadas. Si por ejemplo, hablamos de nuestro país, debemos hablar del sueño infructuoso por ser la sede durante varios ciclos olímpicos.
Hoy, el Ayuntamiento de Madrid ha dejado enterradas las que iban a ser las mejores piscinas del mundo bajo el Wanda Metropolitano. Aquella obra llegó a costar 99 millones de euros. Los alrededores de Sochi eran una zona protegida por su biodiversidad subtropical única en Rusia. Putin cambió leyes para legalizar una tala de árboles histórica con el fin de construir pistas de esquí, grandes estadios, hoteles y una línea de ferrocarril que acabó por modificar el curso del río Mzymta. Además, muchas personas quedaron sin casa tras las obras del Nuevo Maracaná.
Londres y Tokio son la otra cara de la moneda
Los Juegos Olímpicos más respetuosos con el medioambiente fueron los que tuvieron a Londres como sede en 2012. Londres 2012 generó, en 15 días, las mismas emisiones de CO2 que 200.000 hogares europeos durante todo un año. Tokio está trabajando para utilizar espacios ya existentes y neutralizar la huella de carbono. Además, otro de los logros de la capital nipona es el uso de material reciclado durante toda la competición.
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