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Detectar las señales de alarma que preceden a un intento de suicidio en niños y adolescentes es fundamental para su prevención. Según los expertos, esta responsabilidad recae en todos los agentes sociales, incluyendo profesionales educativos y sanitarios, así como en las familias y las instituciones públicas.
¿Cómo identificar las señales de un intento de suicidio?
Algunas señales que pueden indicar un intento de suicidio en un menor incluyen:
- Cambios drásticos en sus hábitos alimenticios o de sueño
- Interrupción de la comunicación
- Disminución en el rendimiento escolar
- Pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas
- Aumento en el consumo de alcohol
- Un cambio repentino y exagerado en el estado de ánimo del joven
El malestar no verbalizado y sus raíces en problemas subyacentes
De acuerdo con la psicóloga clínica Irene Rodrigo, del Hospital 12 de Octubre, quien participó en las jornadas 'Aproximación a la temática del suicidio, del mito a su enfrentamiento diario' de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial, los adolescentes a menudo recurren al autolesionismo para expresar un malestar que no logran comunicar de otras maneras. Este malestar suele ser consecuencia de problemas subyacentes como abusos sexuales, trastornos alimenticios o acoso escolar.
Rodrigo ha señalado en la mesa redonda de este martes que los adolescentes tienen gran dificultad para verbalizar lo que les sucede, lo que incrementa significativamente el riesgo. Además, ha recordado que la forma en que los jóvenes manejan sus emociones durante esta etapa de formación de identidad puede verse muy afectada por situaciones familiares problemáticas o entornos en los que no encuentran la protección y comprensión necesarias.
Los suicidios en menores continúan aumentando
Aunque los menores de 19 años constituyen solo el 2 % de los suicidios registrados en el último año, tanto Irene Rodrigo como los psicólogos presentes en la mesa redonda, Idir Messian y Marta Sánchez, han expresado su preocupación por el rápido aumento de casos de suicidio en los últimos años, habiéndose multiplicado por diez desde 2021, con un incremento aún mayor entre los preadolescentes de 8 a 12 años.
Cuando se identifican señales de alarma en el comportamiento de un niño o adolescente, la psicóloga Rodrigo subraya la importancia de que las familias y amigos estén disponibles para escuchar y observar con atención. Además, es crucial promover la terapia psicológica para explorar las causas de dicho comportamiento y participar en campañas de concienciación y actividades terapéuticas.
De igual manera, ha instado a los centros educativos a implementar programas de prevención del acoso escolar y a ofrecer formación a los docentes en esta área, además de promover la derivación a servicios psicológicos.
El impacto de las redes sociales en la salud mental juvenil
Por otro lado, el psiquiatra infantil del Hospital Clínico San Carlos, Idir Messian, ha subrayado la necesidad urgente de desarrollar un plan nacional de prevención del suicidio con un enfoque particular en la población infanto-juvenil. “Es sencillo etiquetar a las generaciones más jóvenes como 'generación de cristal', pero esta actitud resulta perjudicial porque permite que los adultos evitemos asumir nuestra responsabilidad”, ha afirmado.
Según la psicóloga clínica Marta Sánchez, las redes sociales se han convertido en un factor significativo que impacta la salud mental de las generaciones jóvenes, sorprendiendo a sus familias con los cambios en sus relaciones. El acoso digital, la falta de concentración y el deterioro de la autoestima son problemas asociados a las redes sociales que elevan el riesgo de suicidio y autolesiones en niños y adolescentes, especialmente en contextos desfavorecidos o en familias que no comprenden la situación.
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