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En más de una ocasión seguramente se nos ha presentado la duda sobre si ese nuevo lunar es solo una marca más en nuestro cuerpo o puede ser un síntoma de algo mucho peor. Siempre nos han dicho que tenemos que tener especial cuidado con los lunares y verrugas y estar atento a sus cambios, con toda la razón del mundo.
Por esta razón, hoy traemos las directrices para que puedas analizar correctamente un lunar y diferenciar uno normal de uno que podría ser maligno.
El cáncer de piel es un problema que afecta cada año a un número mayor de personas en el mundo a medida que tendemos a exponernos más al sol
Se trata de una dolencia seria que puede llegar a ser mortal, por lo que es importante prevenir y especialmente estar atento ante cualquier síntoma que pueda apuntar a la enfermedad, ya que una detección temprana mejora sensiblemente las perspectivas del tratamiento.
Aunque ante cualquier cambio extraño en la apariencia de la piel es aconsejable acudir al médico, aquí te explicamos cómo diferenciar lunares de melanomas.
Lunares normales
Usualmente, un lunar normal es aquel que tiene un color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Por lo general, los lunares miden menos de 6 milímetros de ancho, de aquí la prueba de la goma de un lápiz. Se recomienda que un médico debe examinar los lunares nuevos que aparecen más tarde en la vida de una persona, aunque es normal que a lo largo de nuestra vida nos surjan varios, incluso algunos desaparecen.
Una vez que ha aparecido un lunar, por lo general conservará el mismo tamaño, forma y color por muchos años.
La mayoría de las personas tienen lunares, y casi todos son inofensivos, pero debemos estar atentos de todas maneras por si alguno tiene intenciones malignas.
Señales y síntomas de melanoma
La señal de mayor importancia para el melanoma son algún lunar nuevo en la piel o uno que ya teníamos pero que haya cambiado en tamaño, forma o color.
Otra señal importante es el signo del patito feo, es decir, que uno de nuestros lunares parezca diferente a los otros en nuestra piel. Estas señales son inequívocas para por lo menos ir a una revisión médica.
La regla ABCDE es otro método habitual para clasificar las señales comunes del melanoma:
- A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad
- B de Borde: los bordes son irregulares, con poca definición, desiguales o dentados
- C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
- D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque en ocasiones los melanomas pueden tener un tamaño inferior por lo que hay que estar atento a las otras señales.
- E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando
Sin embargo, a pesar de todos estos métodos de descarte, las manchas malignas pueden no demostrar ninguno de los signos anteriores. Debemos estar atento a cualquier detalle que no luzca común con el resto de nuestros lunares.
Otras señales:
- Una llaga o ulceración que no progrese en su curación.
- Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
- Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar
- Cambio en la sensación (comezón, dolor a la palpación o dolor)
- Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo)
Una ligera porción de este tipo de melanomas no comienza en la piel, sino que lo puede hacer debajo de las uñas o incluso en los ojos, por lo que hay que estar atento a cualquier novedad de este estilo y comunicárselo al médico.
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