Así es como la sequía podría frenar el avance tecnológico de España

La tecnología siempre ha sido promotora de importantes cambios en el mundo, sobre todo a nivel de producción. España busca la transformación necesaria que la lleve a estar en la vanguardia, a través de la formación de profesionales o la promoción de construcción de infraestructuras tecnológicas. Sin embargo, es posible que los efectos del cambio climático, como la sequía, empiecen a jugar un papel relevante a la hora de poder conseguir, o no, esta ansiada transformación.

Hace algunas semanas, Emiliano García -Page, presidente de Castilla-La Mancha, anunciaba con las esperanzas puestas en el sector tecnológico, los inicios de la construcción del próximo centro de datos de Meta Platforms en España. La empresa, un conglomerado de empresas tecnológicas norteamericanas, prevé asentarse en la localidad de Talavera de la Reina, devolviendo actividad económica a la zona. Sin embargo, se han topado con un problema que va más allá: la sequía.

La sequía, un hándicap para la industria tecnológica

Aunque parezca que la industria digital o de la tecnología más moderna tiende a desarrollarse en espacios más virtuales que físicos y que por tanto no consume tantos recursos como otras industrias de producción clásicas, lo cierto es que no es así. El agua es un recurso imprescindible no solo para la vida humana, sino también para la vida de muchas fábricas, incluida la digital, y en este sentido, la sequía impacta de forma directa a la capacidad de producción.

Para nadie ya es desconocido que en España estamos atravesando por una situación de sequía más intensa de lo habitual y lo cierto es que, aunque hayan sectores que no quieran reconocerlo, el cambio climático se hace cada vez más patente. Este verano será uno de los más calurosos que se recuerden y con menos recursos hídricos si la tendencia de lluvias no cambia. Pero, ¿Cómo afecta esto a la construcción de la sede de Meta en Castilla-La Mancha?

La explicación resulta sencilla y resolverlo se muestra mucho más complejo. Infraestructuras como los centros de datos que Meta planea construir en España, cuentan con una gran cantidad de servidores y ordenadores que se encuentran en constante funcionamiento, algo que hace que alcancen temperaturas muy elevadas que deben mantenerse bajo control para evitar que colapsen. El método más habitual y económico para hacerlo es utilizar agua.

Alternativas más complejas

Un artículo de El País, que ahonda sobre el tema, recogió datos en los que se aseguraba que esta nueva infraestructura tecnológica llegaría a consumir más de 660 millones de litros al año. Una cantidad que en situaciones normales no supondría un especial problema. Sin embargo, en las circunstancias actuales de sequía como las que estamos experimentando este año, acabaría convirtiéndose en un auténtico problema en la zona.

Claro que existen alternativas al uso del agua para enfriar estos ordenadores y servidores, como el uso del aire, pero estos suelen ser mucho más costosos y consumen mayor energía, algo que iría a contracorriente de la transformación sostenible. Por supuesto la otra pasa por trabajar en profundidad para evitar la sequía, pero esta alternativa se muestra cada vez más lejana por el trabajo y esfuerzos que implica, aunque con ellas no solo salvemos el crecimiento tecnológico, sino también a nosotros mismo.