Síntomas que nos ayudan a identificar los ataques de ansiedad

La salud mental está muy presente hoy en día, debido a que los casos en ciertas patologías como la depresión o la ansiedad se han disparado tras la pandemia. Muchas veces podemos experimentar síntomas de estos trastornos emocionales que no somos capaces de reconocer por desconocimiento o porque es la primera vez que lo sentimos y nos cuesta hasta darles un nombre. Este puede ser el caso de los ataques de ansiedad.

Aunque en algunas películas o series hemos visto algunas representaciones de estos ataques de ansiedad, lo cierto es que la forma que tienen de manifestarse en el cuerpo no es solo con respiraciones agitadas. Desde la Clínica Mayo, definen a este tipo de episodios como repentinas sensaciones de ansiedad intensa y terror, que llegan a alcanzar su máximo a los pocos minutos, tras lo cual las sensaciones empiezan a remitir.

16 síntomas de los ataques de ansiedad en nuestro cuerpo

Los ataques de ansiedad no llegan de la nada. Estos suelen ser más bien un síntoma 'desesperado' de nuestro cuerpo que intenta decirnos que algo no va bien y necesitamos prestarle atención. Normalmente, suelen darse en personas que están atravesando por un periodo de ansiedad generalizada y tienen dificultad para regular sus emociones y el estrés.

Los expertos de la Clínica Mayo facilitaron 16 síntomas al medio digital 20minutos, que pueden avisarnos de que estamos atravesando por ataques de ansiedad. Pueden darse varios en una sola vez o pueden mostrarse de forma individual, pero si reconoces alguno de estos, es más que recomendable que busques apoyo profesional:

1. Dificultad para respirar: te sientes como si no pudieras respirar adecuadamente.
2. Palpitaciones del corazón: tu corazón late muy rápido o fuerte.
3. Sudoración excesiva: sudas mucho, incluso si hace frío.
4. Temblores: sientes temblores en tu cuerpo.
5. Sensación de ahogo: te sientes como si algo estuviera obstruyendo tu garganta.
6. Mareo: sientes que te tambaleas o que todo a tu alrededor está girando.
7. Náuseas o malestar estomacal: te sientes enfermo o como si tu estómago estuviera revuelto.
8. Sensación de hormigueo: sientes que algo se está moviendo debajo de tu piel.
9. Sensación de pérdida de control: sientes que no puedes controlar tus pensamientos o tus acciones.
10. Sensación de irrealidad: sientes que todo lo que te rodea no es real.
11. Miedo a morir: tienes miedo de que algo malo te pase.
12. Sensación de debilidad o cansancio: te sientes débil o cansado.
13. Cambios en la temperatura corporal: sientes mucho calor o mucho frío.
14. Dolor de cabeza: te duele la cabeza.
15. Cambios en el apetito: no tienes hambre o comes demasiado.
16. Problemas para conciliar el sueño: te cuesta dormir o tienes pesadillas.

¿Estos síntomas tienen alguna finalidad?

Aunque no lo parezca, y puede que lo dudes bastante si llegas a experimentar ataques de ansiedad, lo cierto es que tienen una función en nuestro organismo. Cuando estamos sometidos a un exceso de estrés o vivimos una ansiedad generalizada, tanto nuestra química cerebral como otros procesos en nuestro cuerpo, como el digestivo, se descompensan y el cuerpo tiene que buscar la manera de volver a su equilibrio.

Los ataques de ansiedad sirven para que nuestro cuerpo descargue toda esa presión. Aunque a priori es una herramienta útil, lo cierto es que no es nada agradable de vivir y desde luego no es la mejor forma de devolverle el equilibrio a nuestro cuerpo. Las formas más adecuadas pasan por la búsqueda de la fuente de esa ansiedad a través de la terapia psicológica, así como otras herramientas como la meditación o los ejercicios de respiración.