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La organización ambiental WWF criticó este viernes que la modificación del Reglamento del Dominio Público Hidráulico (que abarca ríos, humedales, acuíferos, lagos y embalses, entre otros ecosistemas), en la que trabaja el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, no frene la sobreexplotación y la contaminación del agua.
El nuevo Reglamento del Dominio Público Hidráulico se encuentra en fase de consulta pública hasta el próximo 2 de septiembre y WWF ha presentado alegaciones al respecto en las que pide “medidas más contundentes” para acabar con la sobreexplotación y la contaminación de ríos, humedales y acuíferos.
“Nos enfrentamos a un futuro en el que España será uno de los países europeos con mayor riesgo de sufrir estrés hídrico en menos de 30 años si no se toman medidas. Sería incomprensible que se aprobara esta propuesta de modificación del reglamento, que sigue blindando al regadío industrial e insostenible, un sector que consume el 80 % del agua a nivel nacional”, apuntó Teresa Gil, responsable del Programa de Agua de WWF.
La sobreexplotación y la contaminación del agua son el reflejo de una mala gestión
Gil añadió al respecto: “Necesitamos que este reglamento sirva para implantar de una vez por todas medidas para una mejor gestión del agua promoviendo un uso más sostenible de los recursos hídricos y facilitando la recuperación de los ríos, humedales y acuíferos para hacerlos más resilientes a los efectos del cambio climático”.
Según WWF, España es el país con mayor sobreexplotación de agua de Europa. Además, la expansión de cultivos de regadío industrial afecta a las aguas subterráneas. Como consecuencia, un 25 % de los acuíferos están gravemente sobreexplotados.
“Y esto sin contar con el robo del agua: se estima que existen hasta un millón de pozos ilegales en España. Estas presiones hídricas han provocado que casi la mitad de nuestros ríos, humedales y acuíferos estén en mal estado”, apuntó la ONG.
El nuevo reglamento será el instrumento normativo que permita desarrollar la ley de aguas. WWF reconoció el esfuerzo de Transición Ecológica para que las administraciones adapten y modernicen la gestión del agua, pero consideró que la propuesta presentada carece de medidas para mejorar un 40 % de los ríos, acuíferos y humedales que están en mal estado por la citada sobreexplotación, tal como se establece en la Directiva Marco del Agua.
Por otra parte, WWF consideró esta modificación “una gran oportunidad perdida” para regular al alza los caudales ecológicos o los aportes mínimos necesarios para el mantenimiento en buen estado de los ecosistemas de agua dulce y llega “tarde” para mejorar la planificación hidrológica que está a punto de ser aprobada.
Además, vio con “preocupación” que no haya sido objeto de regulación específica la protección de las aguas frente a la contaminación difusa por la actividad agraria, procedente del lixiviado, abonado, la fertilización y fumigación con plaguicidas.
Esta problemática afecta a la salud humana, pues los nitratos se acumulan en los acuíferos, que son reservas estratégicas de agua para las poblaciones en momentos de sequía, así como la fuente principal de suministro para muchos pueblos y ciudades.
Garantizar un futuro con agua
Asimismo, WWF indicó que la propuesta no establece precios del agua adecuados para cumplir adecuadamente con el principio de que ‘quien contamina paga’ y reclamó que se refuercen los mecanismos de participación pública garantizando una adecuada interlocución con los colectivos interesados
“Para hacer frente a esta crisis hídrica, necesitamos salvar el agua de la sobreexplotación descontrolada e intensiva y garantizar un futuro con agua para las personas y la naturaleza. Por eso reclamamos un reglamento robusto que haga frente a las amenazas reales y a los enormes retos a los que se enfrentan los ecosistemas de agua dulce”, concluyó Gil.
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