Lectura fácil
En esta nueva entrega de Spider-Man conocemos a Miles Morales (Shameik Moore), un adolescente que creció con el Spider-Man más hábil y experto entre todos los que hemos visto en la pantalla grande (y eso que han sido varios). Miles es un chico muy inteligente, aunque le cuesta llegar a las expectativas que sus padres tienen puestas en él, así que prefiere pasar el tiempo pintando graffitis con su relajado tío, Aaron (Mahershala Ali).
Cuando una araña muerde a Miles, no solo los seres de su mundo empiezan a contar con él, sino que además servirá también de apoyo para el mismo Peter B. Parker (Jake Johnson), quien no lleva muy bien el equilibrio entre ser un superhéroe y tener una vida personal.
[embed]https://www.youtube.com/watch?v=tg52up16eq0[/embed]En el filme también vemos a Gwen Stacy (Hailee Steinfeld), quien es una genial Spider-Woman, a Spider-Ham (John Mulaney), con todo y mazo caricaturesco gigante incluido, a Peni Parker (Kimiko Glenn) con sus respectivos ojos de manga y una araña/mejor amiga, y al imperdible Spider-Man Noir (Nicolas Cage), un detective que solo ve el mundo en blanco y negro. Todos ellos entienden la naturaleza de lo que significa ser Spider-Man y todos quieren regresar a sus respectivas dimensiones.
Un medio que el cine de superhéroes tiene que aprovechar
Spider-Man: Into the Spider-Verse nos recuerda que las películas animadas son el medio ideal para experimentar. En el caso de las películas de superhéroes, que normalmente se filman en live-action (con la excepción de Big Hero 6), este medio las acerca mucho más al arte donde se originaron: las historietas.
Ahora que los personajes de cómics se están cruzando cada vez más entre ellos, como vimos recientemente en Avengers: Infinity War y Justice League, la idea de combinar estas dimensiones y universos (aunque respetando a su vez lo que los hace únicos) es un paso hacia adelante en un cine que todavía tiene oportunidades de probar nuevas ideas y perspectivas.
Lo cierto es que si aún no la habéis visto, no podéis perderos una película tan alucinante que requirió del trabajo de 142 animadores. Cuenta con una gran banda sonora, y sobretodo, tiene una gama de personajes con mucho, mucho corazón.
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