El SR-72: El futuro de la velocidad hipersónica y la carrera armamentística

La velocidad hipersónica es aquella que supera cinco veces la velocidad del sonido, lo que provoca que el aire circundante del avión o dron se caliente hasta el punto de ionizarse.

Para que una aeronave sea considerada hipersónica, debe desplazarse a partir de Mach 5 o superior, donde Mach 5 es la relación entre la rapidez de la aeronave y la velocidad local del sonido. Esta cifra depende de variables como la temperatura, presión y densidad del aire.

Además trae una nueva tecnología clave que puede hacer que los aviones de línea regulares sean más rápidos y eficientes con su cabina totalmente electrónica.

La carrera hacia la velocidad hipersónica

El SR-72, destinado a suceder al SR-71 Blackbird, se espera que duplique la velocidad de su predecesor, alcanzando una hipersónica de Mach 6 para contrarrestar cualquier amenaza potencial. Según informes de The National Interest, Estados Unidos está en proceso de desarrollo de armas hipersónicas, y hay numerosos rumores que sugieren que el nuevo avión está en una fase continua de desarrollo.

La razón detrás de este tipo de defensas se debe a la fuerza y capacidad militar del ejército chino, destacando especialmente la presencia de una aeronave hipersónica capaz de alcanzar velocidades hasta cinco veces superiores a la del sonido, así como de lanzar proyectiles propios. Con una rapidez de Mach 6, se anticipa que el SR-72 pueda sortear con relativa facilidad las defensas aéreas existentes, desempeñando tanto funciones ofensivas como de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Esta tecnología representa un avance significativo en términos de proyección de fuerza y capacidad operativa, otorgando a China una ventaja estratégica considerable en el escenario militar contemporáneo.

Desafiando los límites con materiales innovadores

La evolución de este avión se caracteriza por una complejidad notable. Un ejemplo destacado es el desafío que surge al superar las velocidades de Mach 5: los fuselajes metálicos tradicionales, como el del SR-71 fabricado en titanio, no pueden resistir el calor del plasma generado por la fricción de las moléculas de aire a esta velocidad extrema. Esto ha motivado la exploración de nuevos materiales capaces de soportar tales condiciones extremas de vuelo. Entre las opciones consideradas se encuentran materiales basados en carbono, aleaciones metálicas de última generación e incluso cerámicas de alto rendimiento. Este proceso de investigación y desarrollo busca garantizar la viabilidad y seguridad de las futuras aeronaves en entornos de vuelo extremadamente desafiantes.

Ante los obstáculos encontrados en el proceso de desarrollo, se ha hecho imperativo requerir una ampliación del presupuesto asignado. Conforme al informe del United States Naval Institute, se ha presentado una solicitud de aumento de 11.000 millones de dólares destinados a la adquisición de misiles de largo alcance, incluyendo aquellos de naturaleza hipersónica, para el año 2024. La capacidad de desplegar estos proyectiles desde las aeronaves capaces de alcanzar la velocidad de Mach 6 se ha vuelto esencial para agilizar la respuesta ante posibles amenazas, reduciendo significativamente los tiempos de reacción frente a adversarios potenciales.