¿Recuerdas tu frustración de niño estudiando las tablas de multiplicar?

Sí; todo tiempo pasado fue mejor. Pero eso es así porque se mira desde la perspectiva de la nostalgia. Lo que sí suele resultar negativo para muchas personas es recordar el momento en el que aprendían las tablas de multiplicar. Entender lo sucedido es importante cuando ahora se cumple el rol de padres.

Las tablas de multiplicar son útiles en la vida diaria, sobre todo porque son un atajo a las sumas dentro de operaciones complejas. Además, permiten que el cerebro trabaje de manera más eficiente con operaciones del día a día, y desde luego, sirve para encontrar ofertas, para el comercio y demás cuestiones.

Eso no quiere decir que cuando se es niño esas razones sean suficientes para interesarse por la tabla de multiplicar, porque de hecho ocurría directamente lo contrario.

Las dificultades para aprender la tabla de multiplicar

La principal razón por la que las tablas de multiplicar, y en general, estas operaciones matemáticas son tan difíciles de aprender a esa edad, tiene que ver con que la base de conocimientos anteriores es débil.

Porque es innegable que para poder multiplicar correctamente -las operaciones- y poder memorizar las multiplicaciones -las tablas- es necesario que los niños ya dominen las cantidades, la forma en que se ordenan los números para realizar las operaciones y, desde luego, la suma de los números. Cuando esta base no ha sido reforzada lo suficiente, aprender la tabla puede llegar a ser un quebradero de cabeza.

¿Cómo enseñar a los niños a memorizar la tabla de multiplicar?

Si bien las multiplicaciones y las tablas de multiplicar son dos cosas distintas, porque conforme se crece académicamente las primeras llegan a ser indispensables y las segundas, prescindibles, el modelo educativo actual utiliza las tablas de multiplicar en los niños porque se trata de una forma divertida, didáctica y con patrones de asociación interesantes, de manera que conforme le tomen la medida al funcionamiento, aprender las tablas será muy fácil.

Pero no siempre todo funcionará de la misma manera, y es allí donde se deben tener recursos para enseñar la tabla de multiplicar:

• Juegos matemáticos: en Internet hay diversidad de juegos -además de en los dispositivos móviles- donde se necesita de las matemáticas para superar niveles, vencer a los enemigos o destruir la torre del rival. Si bien el enfoque lúdico puede ser contraproducente cuando no se establecen límites, los juegos que involucran matemáticas suelen ser la mejor manera de despertar el interés por las multiplicaciones.
• Primero, los conceptos: como se decía antes, saber la multiplicación -como operación- es más importante que saber las tablas, porque lo primero traerá a lo segundo de manera directa. Enseñar las bases y reforzar los conceptos es la mejor manera de que todo lo demás aparezca por añadidura.
• Un enfoque manual: los niños, y en general, los seres humanos aprenden mejor utilizando los cinco sentidos. Por eso, utilizar material didáctico que puedan tocar, jugar con él, colorear y personalizar, ha sido históricamente una de las formas más utilizadas por los padres para enseñar a los niños a multiplicar.
• La memorización: lo básico de las tablas de multiplicar es saber identificar los patrones, puesto que todo tendrá que ver con el número de veces que se repite un número de base, desde el 1 hasta el 10 o 12. Si se memorizan las primeras tablas y, sobre todo, se memoriza ese procedimiento o patrón, aprenderse la tabla será muy fácil para los niños.

Hay sitios web en los que es posible aprender la tabla mediante dinámicas, juegos, pero también las maneras más tradicionales pueden ser de utilidad, sobre todo para no tener una dependencia tecnológica al momento de fomentar el aprendizaje, lo que como se decía en el caso de los juegos matemáticos, podría llegar a ser contraproducente de cara al enfoque en los estudios. Lo que sí, aprender la tabla de multiplicar sigue siendo tan importante -y difícil, por qué no- como lo ha sido siempre.

Fuente: https://tablas-multiplicar.com/