QWERTY, la razón detrás del orden de las teclas en tu teclado

Estamos tan habituados a escribir en el teclado del ordenador o del móvil que rara vez nos detenemos a cuestionar el porqué del orden de las letras, en lugar de seguir el abecedario. Este diseño, que damos por hecho, tiene una razón histórica. Para entenderlo, debemos remontarnos a los tiempos de las primeras máquinas de escribir, mucho antes de la era digital, donde esta disposición no era casualidad, sino una solución práctica a problemas mecánicos de la época.

¿Cómo entendemos nuestro teclado?

El teclado que usamos en ordenadores y móviles tiene un diseño que nos resulta natural, pero su origen es más curioso de lo que parece. Para entenderlo, tenemos que remontarnos a 1872, cuando el inventor estadounidense Christopher Sholes creó la primera máquina de escribir comercial. La disposición alfabética original de las letras hacía que las teclas se atascaran si se escribía rápido, por lo que Sholes y su hermano decidieron reorganizarlas.

Su objetivo fue separar las letras más usadas en inglés, reduciendo así los atascos y los movimientos de los dedos. Así nació el teclado QWERTY, llamado así por las primeras letras de su fila superior.

Este sistema facilitaba la escritura al permitir que cada mano estuviera lista para teclear la siguiente letra, lo que mejoraba la velocidad sin complicaciones mecánicas.

Con el tiempo, el diseño QWERTY se convirtió en estándar, adaptándose a los ordenadores y dispositivos móviles actuales.

Las teclas "F" y "J" y sus marcas correspondientes

Las teclas "F" y "J" en los teclados del ordenador tienen un pequeño relieve en la parte inferior que sirve como una guía táctil para que los usuarios puedan ubicar sus manos en la posición correcta sin mirar.

Estas marcas ayudan a colocar los dedos índices, que son esenciales en la escritura táctil, en el centro del teclado, facilitando una postura óptima y una escritura más eficiente.

Aunque este detalle parece común, no siempre estuvo presente. Fue en 2002 cuando June E. Botich patentó la idea de añadir estos bordes táctiles para mejorar la experiencia de mecanografía y hacer más intuitivo el aprendizaje del teclado.

Según su patente, el objetivo era crear una "sensación táctil" en ciertas teclas que facilitara la orientación al escribir. Además de las letras "F" y "J", los teclados con un teclado numérico también tienen una pequeña marca en el número "5", brindando la misma función de referencia táctil para las teclas numéricas.

¿Por qué esa disposición en el teclado?

Aunque el teclado QWERTY es el más común en muchos países, algunos han adaptado su disposición de teclas para reflejar mejor sus idiomas y frecuencias de uso de ciertas letras.

En Francia y Bélgica, por ejemplo, se utiliza el teclado AZERTY, en el que las teclas "A" y "Z" cambian de lugar con la "Q" y "W" del teclado QWERTY. Además, en este diseño, la "M" se coloca junto a la "L" en lugar de estar al final de la fila inferior.

En Alemania, predomina el teclado QWERTZ, donde la "Y" se sustituye por la "Z" debido a la alta frecuencia de esta última en el idioma alemán. La proximidad de las letras "T" y "Z" también responde a su uso frecuente en combinaciones propias del alemán.

En España, mantenemos el teclado QWERTY, pero con una pequeña modificación: se ha añadido la letra "Ñ" junto a la "L" para reflejar su uso habitual en el español, adaptando así el teclado a las necesidades del idioma.