Lectura fácil
Seguramente alguna vez hayas comprado tu billete a través de una aplicación móvil, o reservado tu alojamiento en uno de esos portales tan conocidos de Internet. Pero de lo que sí estamos seguros es de que, si lo has hecho, en algún momento de ese proceso has pensado: “Esta letra es demasiado pequeña” o “este color no contrasta”. Quizá también has tenido dificultades para acceder o comprender la información. En el peor de los casos, ni siquiera hayas podido concluir aquello que estabas haciendo porque la interfaz no se ajusta a tus necesidades.
Pues bien, la realidad es que las interfaces y los contenidos tienen fallos y la tecnología no es accesible. Como usuario, tú tienes derecho a que las webs estén desarrolladas de una manera que permita que todos, sin excepción, puedan disfrutarlas.
La accesibilidad se encarga de lograr que todos los productos, bienes o servicios sean accesibles para el máximo número de personas posible, con independencia del dispositivo que utilicen o del grado de discapacidad que presenten.
La Ley Europea de Accesibilidad fija nuevos requisitos mínimos de accesibilidad en productos relacionados con la tecnología como móviles, tabletas, ordenadores o televisores, con el objetivo de evitar la brecha digital que sufren muchas personas con discapacidad y también muchas personas mayores.
Para ayudar a la transposición de esta norma, Fundación ONCE y Cermi han presentado un manual que facilite la introducción de estos requisitos que buscan mejorar el funcionamiento del mercado de productos y servicios digitales para garantizar que sean accesibles para todas las personas.
España apuesta por el trabajo por las personas con discapacidad y su inclusión a través de tecnología accesible
Los estados de la Unión Europea tienen de plazo hasta julio de 2022 para la transposición de esta normativa que establece nuevos requisitos mínimos de accesibilidad en productos y servicios tecnológicos.
La revolución digital que está viviendo la sociedad puede provocar una exclusión de las personas que tengan dificultades para la utilización de la nueva tecnología, como pueden ser muchas personas con discapacidad o personas mayores.
Esta brecha digital es especialmente peligrosa en un momento como el actual de reconstrucción económica, por lo que Fundación ONCE y Cermi consideran que es fundamental una correcta transposición de la normativa europea.
La normativa establece objetivos vinculantes de accesibilidad, pero deja a los Estados miembros de la Unión Europea decidir cómo quieren alcanzarlos, es decir, introduciendo una nueva legislación nacional o actualizando la existente para cumplir con la directiva.
Para Fundación ONCE y Cermi, la transposición de la norma es un escenario ideal para que el Gobierno vaya más allá
En este sentido, debe mejorar aspectos relacionados con la accesibilidad de productos y servicios que no recoge la norma europea, pero que son importantes para las personas por afectar a ámbitos como la construcción, la salud o la educación.
Tenemos una legislación bastante avanzada y una serie de asociaciones bastante potentes. Sin embargo, nos falta una mayor implementación y que la legislación se aplique y al que no la cumpla, se le indique que debe hacerlo y si no, sancionarle.
Con el nuevo manual de la Fundación ONCE y el Cermi se pretende que la nueva revolución digital sobre la que se están basando las economías de los países desarrollados no produzca la exclusión de las personas con discapacidad, especialmente en este periodo de reconstrucción económica en el que la Comisión Europea está tratando de construir un modelo económico digital y sostenible.
La clave es pensar por y para las personas. La clave son las personas. Hay que hacer que las personas tengan accesibilidad todas al mismo sitio, a los mismos derechos, a las mismas oportunidades. Si nos fijamos en las personas, solo hay una clave.
El tema de la tecnología está mucho más candente que hace unos años. Antes la tecnología era una opción, ahora es una obligación. Resulta que ahora es necesaria para relacionarse. La labor que hacen muchas empresas en cuanto a crear tecnología accesible es fundamental, pero es que está empezando a ser imprescindible. Si la tecnología no es accesible para todos, el derecho no va a ser igual para todos.
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