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Disminuir los accidentes en el trabajo identificando los riesgos laborales es uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas en la actualidad. Sin embargo, alcanzar este objetivo resulta imposible sin el apoyo de herramientas clave como la inteligencia artificial, la robótica y las tecnologías inmersivas.
Esta fue una de las principales conclusiones del Observatorio Nuevas tecnologías para la seguridad y salud en el trabajo, organizado por elEconomista.es con el respaldo de Acciona.
Innovación para la prevención de riesgos laborales
Uno de los avances más exitosos en este ámbito es el uso de la realidad virtual, mixta y aumentada. Estas tecnologías permiten capacitar a los trabajadores en la identificación de riesgos laborales y en la ejecución de tareas como si estuvieran en un entorno real. Acciona ya ha implementado este método, según explicó Raúl Boldú, su Manager de Tecnologías Inmersivas: “Realizar una formación en un entorno virtual lo más parecido posible a la realidad ayuda a fijar mejor los conocimientos. Luego, cuando el trabajador enfrenta la tarea real, le resulta mucho más sencillo”.
Además de la formación, las tecnologías inmersivas también facilitan la ejecución de actividades complejas. Mediante el uso de gafas de realidad mixta, los empleados pueden seguir instrucciones visuales para llevar a cabo tareas de riesgo. En caso de detectar una acción incorrecta que pueda generar peligro, el sistema emite una alerta, reduciendo la probabilidad de accidentes y errores operativos.
Otro concepto innovador en prevención de riesgos laborales es el embodiment, una aplicación de la realidad virtual que está en fase de implementación y promete mejorar la experiencia inmersiva, según detalló Boldú.
La robótica
La robótica también juega un papel clave en la seguridad laboral. Por ejemplo, en la construcción de túneles ya se utilizan robots cuadrúpedos que exploran las áreas de trabajo antes de la entrada de los operarios. Estos dispositivos realizan mediciones con termografía y escáneres, garantizando que las condiciones sean seguras.
Asimismo, la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la evaluación de riesgos ergonómicos. Mercedes Sanchís, directora de Innovación, Bienestar y Salud Laboral del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), explicó que esta tecnología permite analizar factores antropométricos, capacidades físicas y cognitivas de los trabajadores. De este modo, las empresas pueden diseñar planes de prevención personalizados sin reemplazar a los profesionales de seguridad, sino optimizando sus labores.
Incorporación desde el diseño
Un aspecto pendiente en la aplicación de estas tecnologías es su integración desde la fase de diseño de los puestos de trabajo, en lugar de implementarlas solo tras la aparición de incidentes. Sanchís advirtió que solucionar un problema en la fase de planificación tiene un coste mínimo, mientras que corregirlo en un entorno ya operativo puede ser inviable económicamente.
Para abordar este reto, el IBV desarrolla sistemas de simulación con avatares en 3D que representan a trabajadores con diferentes características antropométricas. Estos modelos permiten predecir el riesgo ergonómico y evaluar la movilidad de las articulaciones en distintos escenarios laborales, ayudando a rediseñar espacios de trabajo para prevenir lesiones musculoesqueléticas.
Halotech, por su parte, apuesta por soluciones accesibles que combinan sensores, Internet de las Cosas e inteligencia artificial para monitorear variables como la calidad del aire, el estrés térmico y el nivel de ruido. La empresa genera alertas tempranas y mapas de calor para identificar zonas de riesgo y mejorar la planificación preventiva.
Las administraciones públicas también están explorando el potencial de la IA en la prevención de riesgos laborales. Aitana Garí, directora del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, destacó que se están desarrollando métodos de evaluación más ágiles y eficaces. Sin embargo, también enfatizó la necesidad de una regulación que garantice el uso seguro de estas tecnologías, alineada con la Estrategia Española de Salud en el Trabajo de 2023.
Cultura de la innovación y la seguridad
El éxito en la implementación de estas tecnologías depende, en gran parte, de generar una cultura de innovación y seguridad dentro de las empresas. Para Raúl Boldú, es fundamental que la prevención de riesgos laborales forme parte del ADN corporativo y que se proporcionen herramientas tecnológicas que faciliten su adopción.
Además, es clave superar las posibles reticencias de los trabajadores ante la introducción de nuevas tecnologías. Según Boldú, al principio suele haber resistencia, pero una vez que los empleados experimentan sus beneficios, su actitud cambia y se vuelven más colaborativos. En especial, la realidad virtual ayuda a reducir el estrés, ya que permite a los trabajadores visualizar y comprender las consecuencias de sus acciones antes de realizarlas en un entorno real.
En definitiva, la combinación de inteligencia artificial, robótica y tecnologías inmersivas está transformando la prevención de riesgos laborales, optimizando la seguridad en el trabajo y mejorando la experiencia de los empleados.
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