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El vestido “BabyDoll” es un vestido suelto y corto, que tiene un aspecto un poco infantil. El patrón tiene forma de trapecio y suele llevar volantes.
Podemos encontrar diferentes versiones en las que lo que cambia es la forma del escote. Hay vestidos Baby Doll que llevan cuellos “babero”, otros llevan lazadas y el más frecuente esta primavera: con escote cuadrado y mangas farol.
El BabyDoll es un tipo de vestido con historia
Por una parte toma el nombre de una película que se estrenó en 1956 y que fue censurada en algunos países. Por otra, su forma está relacionada con la ropa de estar en casa que utilizaba la aristocracia francesa durante los siglos XVII y XVIII, aunque entonces estas prendas llegaban hasta los tobillos.
En los años 40 una diseñadora americana, ante la escasez de tejidos que ocasionó la II Guerra Mundial, propuso acortar el largo de los camisones.
En 1958 este tipo de prenda con forma de trapecio y largo por encima de la rodilla pasó del mundo de la lencería al de la Alta Costura gracias a Cristóbal Balenciaga.
Durante los años sesenta este tipo de vestido fue muy utilizado por actrices y cantantes, entre ellas Jane Birkin.
Con el tiempo el vestido “BabyDoll” dejó de estar de moda y volvió a resurgir en la década de los 90 formando parte del fenómeno punk.
Ya en el siglo XXI cada vez que la moda se inspira en los años 60 o en los años 90 vuelve a aparecer en las colecciones este tipo de vestido.
Estos vestidos tienen varias ventajas:
- Permiten total libertad de movimientos.
- Sientan bien a todo tipo de cuerpos.
- Son fáciles de combinar.
- Dependiendo de los complementos que utilizamos se le puede dar un estilo más “naif” o un estilo más rockero.
Si os gustan los looks cómodos y desenfadados este verano podéis encontrar en las tiendas muchos vestidos “Baby Doll”.
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Paola Torres Muinelo (VíaPaolablog)
Equipo Escuela de Imagen y Moda Fácil
www.tomu.es
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