Lectura fácil
Es posible que más de uno haya experimentado una sensación de adicción en algún momento de la vida. Ya sea a la comida, a una relación no muy sana, a los videojuegos o a sustancias psicoactivas. En todos estos casos, la mayoría pasa por un 'síndrome de abstinencia' que presenta síntomas tan característicos como la ansiedad por consumir más de aquello a lo que somos adictos, irritabilidad y que puede tener otra sintomatología física como nauseas, temblores, malestar general, y otros.
El síndrome de abstinencia tiene su origen en los mecanismos cerebrales de recompensa, placer y equilibrio, es decir, en aquellos que se ven trastocados cuando generamos una adicción . Nuestro sistema nervioso se ve implicado en el proceso, así como otras zonas igual de importantes para nuestra regulación física y emocional como son los ganglio basales, la amígdala y la corteza prefrontal. Estos a su vez acaban sufriendo daños por las sustancias adictivas.
Tipos de síndrome de abstinencia
Sin embargo, el síndrome de abstinencia no tiene una sola cara, tiene tantas como adicciones podamos desarrollar. Las más habituales suelen estar relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol, las drogas o el tabaco, y cada una de estas adicciones tendrán sus procesos y síntomas propios cuando se dejan de consumir de forma repentina, ya sea porque estemos iniciando un proceso de desintoxicación, como si nos hemos quedado sin suministro.
De hecho, el síndrome de abstinencia es uno de los principales responsables de que las adicciones se prolonguen, ya que los síntomas de los que se componen son ampliamente desagradables y difíciles de gestionar, como la ansiedad. Para no tender que enfrentarse a ellos por lo que suponen, el cerebro busca maneras para atender a su adicción y de esta forma se acaba viendo prolongada en el tiempo.
Según la plataforma Centro de Psicología, el síndrome de abstinencia se presenta en tres etapas y formas, por lo que es necesario estar pendiente a cada uno, sobre todo si estamos en un proceso de recuperación:
El agudo
Como su propio nombre indica, se trata de uno de los más intensos, ya que se produce nada más interrumpir el consumo de la sustancia que nos genera la adicción. Lo normal es que en esta etapa experimentemos la ansiedad, la irritabilidad, la depresión o las alteraciones del sueño, entre otros síntomas.
El tardío
Para esta etapa ha de pasar tiempo y viene derivado de las alteraciones que ha sufrido nuestro sistema nervioso. Los síntomas son tanto físicos como psicológicos y es en este momento en el que las posibilidades de recaída se multiplican.
El psicológico
El último síndrome de abstinencia al que una persona adicta debe enfrentarse es al psicológico. Este surge cuando se mantiene de forma habitual el consumo de una sustancia. Existen ejemplos muy sencillos, como el caso de alguien que sale de fiesta y habitualmente consume drogas. El cerebro crea el "hábito" y buscará consumir drogas siempre que salga de fiesta.
Añadir nuevo comentario