Tramontana: alta tecnología española bajo el mando de la OTAN para proteger el Mediterráneo

Como cualquier otro miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), España tiene la responsabilidad y la obligación de participar en el aporte de efectivos militares para velar por la paz y la seguridad de los puntos geoestratégicos de la organización. El Mar Mediterráneo es uno de los más relevantes en los que evidentemente España juega un papel muy importante. En este sentido, acaba de incorporar a uno de sus submarinos más robustos, el Tramontana de la Armada.

El Tramontana es uno de los submarinos más grandes que se poseen y ha salido de su base en Cartagena para unirse a la operación 'Sea Guardian' de la OTAN, en la que España lleva participando 6 años ya. Con el nuevo cambio geopolítico en la zona derivado de la guerra entre Ucrania y Rusia, y la crisis energética, es necesario reforzar el área del Mediterráneo, principal zona comercial y de llegada de suministros.

Las características de Tramontana

El Tramontana, un coloso de metal capaz de sumergir 1.740 toneladas, gracias a sus dos motores que emplean un sistema innovador y renovado de diésel-eléctrico, que consiguen alcanzar la potencia de 3.600 caballos y llegar a una velocidad de 20,5 nudos. Este submarino fue el último en construirse de la clase Galerna y lleva en operativo desde enero de 1986, periodo desde el que ha ido pasando por diversas modificaciones.

El Tramontana es un submarino ideado para el combate y por tanto, todo su equipamiento interno está dirigido para este fin. En cuanto a su capacidad armamentística, este submarino cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos de 550 milímetros, capaces de lanzar hasta 20 municiones de tipo F-17, que tienen una capacidad de alcance de 18 kilómetros. También esta cargado con 19 unidades de L5 Mod4 de 7km de rango efectivo.

Por otro lado, el Tramontana cuenta con las MCC-23D, un tipo de minas magnéticas/acústicas especiales para ser empleadas en el lecho marino. Tienen una sensibilidad de activación de 1.000 toneladas, es decir, pueden activarse al sentir el movimiento de cualquier barco que desplace esta cantidad de peso.

En cuanto a su sistema de control, el Tramontana cuenta indudablemente con un radar y un sonar potentes que se ven complementados con una extensa carta de sistemas dirigidos a la estrategia bélica y naval. Finalmente, el submarino tiene una suite de guerra electrónica marca Thomson de búsqueda y telemetría que consigue enviar 3 señales de sonidos simultaneas.

Los submarinos no viajan solos

Obviamente, submarinos como el Tramontana no viajan solos, en su interior todo un sistema de operarios y militares se encargan de que todo se encuentre en correcto funcionamiento y de tomar acción en el caso de que esto fuese necesario. Todo este grupo esta compuesto por "68 hombres y mujeres valientes, con sigilosa vocación de servicio, inapelable motivación y el espíritu necesario para vivir más de un mes debajo de la superficie velando por la tranquilidad y seguridad de sus compatriotas", según se informa desde el Estado Mayor de la Defensa en el comunicado enviado avisando del desplazamiento del submarino hacia las bases de la OTAN en el Mediterráneo.