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Trump volvió a reunirse con las masas del partido republicano en Florida. Desde que el exmandatario saliera de la Casa Blanca tras las últimas elecciones en Estados Unidos, no había comparecido ante los suyos.
Esta intervención ha sido la primera en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) y en su mensaje ha trasladado que ni cambia de partido, ni funda un partido nuevo.
Un sector republicano señala que ésta es la peor noticia que podían escuchar los miembros más importantes del partido. Desde que Trump iniciara su carrera política, algunos se manifestaron activamente en su contra. Eran las "familias tradicionales del partido": los Bush, los Romney, el grupo de senadores y gobernadores que apoyaban a McCain. También se posicionó en contra, el actual líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.
Trump moviliza al Partido Republicano en la Conferencia de Acción Política
Millones de votantes del Partido Republicano conectan con la misión de Donald Trump. Desconocemos la proyección de sus palabras en el seno del partido, aunque el expresidente no dejó un buen sabor de boca tras sus últimas comparecencias. Tampoco es medible o evaluable lo que puede suponer esta primera intervención del exmandatario para los Demócratas.
El propio Trump ha descartado la intención de separarse de su partido para crear una nueva fuerza política. Esto supondría fragmentar el electorado.
Claves del primer discurso de Donald Trump
En su discurso tras dejar la presidencia de los EE.UU,, el expresidente ha vuelto a repetir que él ganó las elecciones de noviembre, aunque no ha presentado ninguna prueba de ello. La idea de que hubo fraude electoral ha sido repetida en varias ocasiones en la reunión de CPAC, aunque nadie presentase pruebas en ese sentido.
El expresidente regresó ante sus fieles con un retraso de 50 minutos. Sonaba en la sala algunas canciones que usó durante su pasada campaña: 'Macho Man', de Village People; 'Gloria', de Laura Branigan; 'Proud to Be an American', de Lee Greenwood.
Una vez con el micrófono abierto, usó el tono habitual. Sus primeras palabras fueron para atacar a la inmigración ilegal de Centroamérica que, según él, su sucesor Joe Biden está promoviendo.
Sobre sus planes de futuro, el expresidente trabajará desde dentro del Partido Republicano para transformar esta formación en el partido de Donald Trump. La congresista republicana, Marjorie Taylor-Greene apuntó que el 70 % de los republicanos de a pie se irían o considerarían irse con el expresidente si éste formara un nuevo partido, pese a que eso significaría, debido al sistema electoral estadounidense, la garantía de una presidencia demócrata.
Por su parte, Mitt Romney, el excandidato a la presidencia en 2012 señaló que, si el expresidente se presentase nuevamente para ser el candidato republicano al Despacho Oval tendría éxito con casi total seguridad. Romney afirmó : “Estoy bastante seguro de que logrará la nominación si se presenta a la presidencia".
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