Tsundoku, la pasión por acumular libros sin leer

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23/03/2025 - 17:00
Tsundoku, la acumulación de libros

Lectura fácil

Si alguna vez has comprado un libro con la firme intención de leerlo, pero ha terminado en la estantería sin abrir, no estás solo. Este fenómeno, conocido como tsundoku, es común entre los amantes de la lectura. El término, de origen japonés, describe la costumbre de acumular libros sin llegar a leerlos. No se trata de simple coleccionismo, sino de una mezcla de entusiasmo, aspiraciones intelectuales y, en algunos casos, una leve ansiedad por el tiempo limitado.

¿Por qué acumulamos libros?

El tsundoku no es una moda reciente. Desde hace siglos, los grandes lectores han sentido la necesidad de rodearse de libros, incluso sin la certeza de que algún día los leerán todos. Sin embargo, en la actualidad, con el fácil acceso a la compra de libros tanto en físico como en digital, esta tendencia ha crecido considerablemente.

Existen múltiples razones que explican el tsundoku. Para algunos, es una manifestación de su amor por la literatura. Tener una biblioteca personal es, en cierta forma, un refugio intelectual, un espacio donde cada libro representa una posibilidad de conocimiento o entretenimiento futuro.

Por otro lado, está el FOMO (fear of missing out), el miedo a perderse lo último en tendencias literarias. En un mundo donde las novedades editoriales aparecen constantemente y las redes sociales refuerzan la necesidad de estar al día, muchos lectores compran libros por temor a quedarse atrás.

Además, la acumulación de libros puede ser vista como una forma de identidad intelectual. Tener una gran cantidad de libros en casa puede transmitir una imagen de erudición y amor por el conocimiento, incluso si muchos de ellos permanecen sin abrir.

¿Es el tsundoku un problema?

Para la mayoría de los tsundokistas, acumular libros es una fuente de felicidad. La simple presencia de libros en casa puede ser reconfortante, aunque no se lean de inmediato.

No obstante, en algunos casos, esta acumulación puede generar ansiedad. Cuando el número de libros pendientes se convierte en una carga mental o cuando el espacio físico ya no permite almacenar más, es posible que el tsundoku deje de ser un placer y se transforme en una fuente de estrés.

¿Cómo gestionarlo?

Si bien no es necesario eliminar este hábito, sí se pueden tomar algunas medidas para gestionar mejor el tsundoku:

  • Priorizar lecturas pendientes: antes de comprar nuevos libros, intentar leer algunos de los ya adquiridos.
  • Optar por bibliotecas: en lugar de comprar cada libro que interesa, se puede recurrir al préstamo.
  • Establecer un límite de espacio: cuando la estantería esté llena, considerar donar libros antes de adquirir más.
  • Aprovechar formatos digitales: los libros electrónicos permiten acumular títulos sin ocupar espacio físico.

El tsundoku no es un problema en sí mismo. Mientras no genere malestar, puede ser una manifestación más del amor por la lectura. Como en todo, el equilibrio es clave: disfrutar de los libros sin que la acumulación se convierta en una carga.

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