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El Consejo de la Unión Europea aprobó este lunes de manera oficial un Reglamento que establece metas concretas para reducir los residuos de envases tomando como referencia los niveles de 2018: un 5 % menos para 2030, un 10 % para 2035 y un 15 % para 2040.
Esta propuesta normativa sobre envases y sus residuos fue presentada por la Comisión Europea en noviembre de 2022 con el propósito de enfrentar el creciente volumen de desechos de envases en la UE, unificar las normativas del mercado interno en este ámbito y fomentar la economía circular.
La aprobación formal por parte del Consejo representa el último paso en el proceso legislativo ordinario. Una vez publicado en el Diario Oficial de la UE, el Reglamento comenzará a aplicarse 18 meses después de su entrada en vigor.
La reducción de residuos y materiales reciclados hacia 2040
Estas nuevas disposiciones buscan disminuir significativamente la generación de residuos mediante metas obligatorias de reutilización, la limitación de ciertos envases de un solo uso y el requisito de que los operadores económicos reduzcan al mínimo los materiales de embalaje utilizados. El Reglamento aborda todo el ciclo de vida de los envases.
Entre las medidas se incluyen objetivos para que, hacia 2030 y 2040, los envases y residuos contengan un porcentaje mínimo de material reciclado, llegando hasta el 65 % para las botellas plásticas de un solo uso en 2040. También se prevé reducir el peso y volumen del embalaje, evitar los envases innecesarios y limitar el uso de sustancias perjudiciales, como restringir envases en contacto con alimentos que contengan compuestos perfluorados y polifluorados (PFAS) cuando superen ciertos límites.
Los requisitos de etiquetado, marcaje e información (como la composición del material o el contenido reciclado) buscan facilitar la correcta clasificación de los envases y permitir a los consumidores tomar decisiones más informadas.
Restricciones a plásticos de un solo uso
La normativa introduce limitaciones para ciertos envases de plástico de un solo uso, como los que se utilizan en frutas y verduras preenvasadas de menos de 1,5 kilos, alimentos y bebidas servidos en hoteles, bares y restaurantes, porciones individuales de condimentos y productos cosméticos desechables (como botellas pequeñas de champú o crema corporal). También se restringen las bolsas de plástico ultraligeras, como las usadas para alimentos a granel en mercados.
Asimismo, los establecimientos de comida para llevar estarán obligados a ofrecer a los clientes la posibilidad de utilizar sus propios recipientes personales, ya sea para bebidas o alimentos, sin que esta opción suponga ningún tipo de cargo extra. Esta medida busca fomentar prácticas más sostenibles y reducir el uso de envases desechables, permitiendo a los consumidores contribuir al cuidado del medio ambiente sin enfrentar costes adicionales.
A pesar de que las tasas de reciclaje han mejorado en la UE, la generación de residuos derivados de envases está aumentando a un ritmo más rápido que el reciclaje. En 2022, cada ciudadano de la UE generó cerca de 186,5 kilos de residuos de envases, de los cuales 36 kilos correspondían a envases plásticos, lo que equivale a un promedio de medio kilo diario de desechos por persona.
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