Lectura fácil
La proclamación formal de una declaración de independencia vuelve a estar presente como resultado la ruptura de la unidad en el Govern. Ayer Carles Puigdemont informó de que su prioridad es mantener la unidad del bloque secesionista. Tras el levantamiento de la posible declaración de independencia se ha implicado la suspensión de la autonomía catalana y en vez de rectificar y fortalecer el autogobierno, ha decidido mantenerse en su estrategia a las manifestaciones callejeras.
Su prioridad es mantener la unidad del bloque secesionista
Ayer tras las jornadas maratonianas, el máximo responsable informó de la convocatoria de elecciones autonómicas, siempre que el Gobierno las aceptara. Todo con el objetivo de dar marcha atrás a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que hoy debería aprobar el Senado.
Tras horas de incertidumbre, las presiones de la CUP, ERC y PDeCAT tuvieron su efecto tras las amenazas con dar de lado a Puigdemont. Más tarde el máximo responsable renunciaba a un adelanto electoral y atribuyó su decisión a que ni el Gobierno central ni el PP, han sido “responsables”. Según Puigdemont, el Estado no da demasiadas “garantías” para que las elecciones pudieran ejercerse con normalidad.
El Estado no da demasiadas "garantías"
Además de no cancelar la autonomía catalana, Albiol según comentó Puigdemont, exigió la liberación de los presidentes Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. A su vez, también solicitó que se marcharan los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que llevan desde septiembre en Cataluña por lo ocurrido el 1-O.
El presidente de Cataluña, tras su declaración, se desplazó al Parlament, donde hacia las 18h comenzaba el pleno que finalizará hoy con la formación de la independencia. A la espera de ver cómo concluyan las conversaciones, el Govern determinó ayer en el pleno renunciar a su turno de palabra, mientras la CUP cuestionó a las voces de PDeCAT que habían pedido moderación.
La cámara autonómica permitirá según Corominas " continuar con el mandato democrático"
Según Corominas, hoy la cámara autonómica autorizará “continuar con el mandato democrático” a la favor de la independencia que en su opinión se reafirmó en la votación ilegal del 1-O. Puigdemont atribuyó ayer su decisión a no convocar elecciones asegurando que, en cualquier caso, tanto el Gobierno central como el PP actuarían con "sed de venganza" y "represión" La CUP fue más allá e instó a los empleados públicos a "resistir" y no acatar las órdenes que procedan de Madrid.
Todas estas declaraciones demuestran que los intentos de llegar a un acuerdo entre los ejecutivos central y catalán no sirven de nada a pesar de las presiones recibidas a Puigdemont.
Añadir nuevo comentario