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En marzo de 2020, un valioso cuadro de Vincent Van Gogh fue robado de un museo en los Países Bajos. Tras una extensa búsqueda de tres años y medio, finalmente ha vuelto a estar a salvo en manos de las autoridades y expertos en arte.
Esta es la historia de cómo el detective de arte holandés Arthur Brand desempeñó un papel crucial en su recuperación.
Un regreso inesperado: El cuadro de Van Gogh en una almohada de Ikea
La historia de la recuperación del cuadro comienza cuando un hombre anónimo se presentó en la puerta de la casa de Arthur Brand con una inusual entrega: el cuadro de Van Gogh de 139 años envuelto en una almohada y una bolsa de Ikea.
Brand, en total coordinación con la policía holandesa, sabía que este hombre no estaba implicado en el robo.
Su participación en la entrega fue parte de una compleja operación de recuperación.
Un robo y una condena
En 2020, durante los primeros compases del confinamiento por la pandemia de COVID-19, un ladrón rompió dos puertas de cristal del museo Singer en el pueblo holandés de Laren, al sureste de Ámsterdam, utilizando un martillo.
El cuadro de Van Gogh, conocido como "El jardín rectoral en Nuenen en primavera" (The Parsonage Garden at Nuenen in Spring), había sido prestado por un museo en la ciudad nororiental de Groninga.
El ladrón detrás de este audaz robo resultó ser un criminal de carrera de origen francés llamado Nils M., de 59 años. Más tarde, en 2021, fue condenado a ocho años de prisión por este incidente, pero para entonces, el cuadro ya había cambiado de manos y estaba lejos de su lugar de origen.
Un giro en la trama, el cuadro como moneda de intercambio
La trama detrás del robo del cuadro tomó un giro interesante cuando se descubrió que había sido adquirido por un grupo criminal que planeaba utilizarlo como moneda de cambio para reducir sus penas de prisión.
Esta información fue revelada a través de comunicaciones interceptadas por la policía, lo que añadió un elemento intrigante a la historia de la pintura robada.
En junio de 2020, Arthur Brand recibió fotos del cuadro como prueba de que aún estaba en manos de los criminales. Finalmente, un hombre de Ámsterdam se puso en contacto con Brand y le ofreció devolver la obra a cambio de total confidencialidad.
El cuadro de Van Gogh fue entregado en la casa de Brand, mientras el director del Groninger Museum esperaba en un bar cercano para autentificar la obra. Durante la entrega, el cuadro estaba protegido por una almohada cubierta de sangre, ya que el hombre que lo devolvió se había cortado un dedo en el proceso.
El futuro de la obra
Aunque el cuadro ha sufrido algunos daños, se encuentra en manos del museo Van Gogh, donde expertos trabajarán en su restauración. Sin embargo, podría pasar semanas o incluso meses antes de que el cuadro vuelva a exponerse al público.
El director del museo expresó su satisfacción por la devolución, pero también indicó que, debido a la experiencia traumática, el cuadro no será prestado nuevamente en el futuro cercano.
La recuperación de esta obra maestra de Van Gogh es un ejemplo de perseverancia y colaboración entre autoridades, expertos en arte y un detective apasionado por recuperar tesoros culturales perdidos.
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