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Una campaña internacional llama a la revolución verde para "reinventar" las ciudades tras la crisis del COVID-19, enfermedad causada por el nuevo coronavirus, para frenar la crisis climática y económica y con el fin de que los entornos urbanos sean más sostenibles y resilientes.
La ciudadanía demanda ciudades verdes
La organización ambiental Greenpeace es la que ha impulsado esta iniciativa y ha señalado que el 55% de la población mundial (casi el 53% en España) vive en zonas urbanas y la previsión es que esa cifra aumente al 68% en 2050, por lo que la pandemia supone "un punto de inflexión" para que sean espacios más saludables.
La ONG ha difundido un documento al respecto bajo el lema #ReinventaLaCiudad y ha documentado la vida durante el confinamiento y la desescalada en varias ciudades españolas como Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia y Vigo a través de la mirada del fotógrafo Pedro Armestre.
En las áreas urbanas se contamina mucho
Las ciudades son responsables del 75% de las emisiones globales de CO2, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y resultan ser los principales contribuyentes el transporte y el uso de energía en los edificios. Si se contabilizara también el consumo de bienes y servicios, las emisiones generadas en las áreas urbanas podrían ser hasta un 60% mayores de lo estimado actualmente.
Según Alba García Rodríguez, responsable de la campaña de Ciudades en Greenpeace España, "la pandemia ha evidenciado que la forma en que vivimos en las ciudades debe cambiar. Pero, al mismo tiempo, esta crisis nos está dando la oportunidad de repensar nuestros patrones de consumo: la calidad de los alimentos que comemos, la movilidad en las ciudades, la eficiencia energética de la ciudad y la necesidad de más y mejores espacios verdes".
La revolución verde
Con esta nueva campaña internacional, Greenpeace pone el foco en impulsar una "revolución verde" en las ciudades. Para lograrlo, la organización apunta a la ciudadanía como parte activa del cambio y pide a las administraciones locales que tomen medidas legislativas que promuevan un cambio en el consumo y, por tanto, en la ciudad y sus emisiones.
Para hacer frente a la pandemia, ciudades como Bogotá, Budapest, Ámsterdam o Berlín han ampliado sus vías ciclistas y otras muchas han expandido sus zonas peatonales. Por ejemplo, Atenas ha peatonalizado y ampliado las plazas públicas, así como ha prohibido el tráfico en las áreas debajo de la Acrópolis, y Melbourne está rediseñando la ciudad para que los todos servicios básicos estén a 20 minutos a pie de cualquier vivienda.
Vitoria y Valladolid, pioneras en España
En nuestro país, las medidas más ambiciosas se han implementado hasta ahora en ciudades como Vitoria y Valladolid. La primera va a reducir el tráfico en 88 calles, equivalente al 30% de la ciudad, mediante el modelo de ‘supermanzanas’. En cuanto a la segunda, la capital castellanoleonesa va a implantar un plan integral de calles peatonales, vías ciclistas y carriles bus para reducir el tráfico en toda la ciudad al restar protagonismo al vehículo privado.
"Este tiempo de confinamiento en nuestras casas ha acentuado la relevancia de los espacios verdes para nuestra salud y bienestar y del abastecimiento local de alimentos en cada ciudad y ha evidenciado cómo la contaminación del aire se desploma cuando dejamos de usar los coches", ha añadido García Rodríguez.
Ciudades más limpias, con alimentos más saludables
"Durante este tiempo, además, nos hemos dado cuenta de que no necesitamos tantas cosas para vivir bien. Esta podría ser nuestra nueva realidad: ciudades más limpias, con alimentos más saludables, vías ciclistas más amplias y una ciudadanía movida por el deseo de consumir menos, pero mejor”, concluye.
Greenpeace aportó 10 claves para "reinventar" las ciudades, entre ellas promover un entorno sostenible usando como inspiración la 'ciudad de 15 minutos' de París, donde los servicios esenciales (atención médica, escuelas, mercados, estaciones, etc.) se pueden alcanzar caminando o fomentar estructuras como las de las 'supermanzanas'.
Más espacio para los peatones
Se debe optar por expandir las vías para bicicletas, más espacio para los peatones y priorizar la circulación de trenes y autobuses; cultivar más alimentos locales; promover mercados de agricultura, cooperativas de alimentos y espacios para que las personas intercambien y accedan a alimentos saludables.
También sería interesante reducir el consumo y comer menos y mejor; impulsar la reutilización, la reparación y el intercambio con acceso a talleres de reparación y tiendas de intercambio; más empleos asociados a una economía circular; ampliar las zonas verdes existentes; invertir en la mejora de la eficiencia energética, y desarrollar el autoconsumo y las comunidades energéticas locales son otras medidas que se pueden aplicar.
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