Violencia de género: El negacionismo amenaza la protección de las chicas

El 20 % de los chicos adolescentes niega la existencia de la violencia de género, una lacra que desdeñan como un “invento ideológico” y de cariz “político”, según consta en el informe ‘No es amor’ elaborado por Save the Children.

Es muy importante que conozcamos la realidad que atraviesan los adolescentes en un periodo fundamental para el desarrollo humano, para su identidad y para su personalidad, solo equiparable a la primera infancia.

Es más, cada vez es mayor la precocidad de las relaciones afectivas, que se suelen iniciar a los 13 años, y de las de carácter sexual, que comienzan entre los 15 y los 16 años. Algo que agrava la violencia de género entre adolescentes.

Llama demás la atención que todos los protocolos, las medidas y los estudios preventivos en esta materia se han centrado exclusivamente en las mujeres adultas, dejando desprotegidas a las adolescentes.

A pesar de que la mayoría de los adolescentes considera que la violencia de género es “muy grave”, el 20 de cada 100 chicos cree que esta lacra no existe, una percepción que es compartida por el 9,3 % de las chicas.

Pero lo cierto es que la violencia de género sí existe, no es una opinión

El negacionismo avanza a gran velocidad, lo que amenaza la protección de las chicas. Va permeando en los adolescentes la ideología de género como elemento político.

Que las mujeres también pueden ser agresivas y violentas, sí, de hecho muchas lo son, que utilicen la agresividad para imponerse a otras mujeres y a los hombres también. Sin embargo, esto es otro tema, concebir las relaciones desde el autoritarismo lo puede hacer cualquiera sin distinción de sexo, dependiendo entre otros aspectos de su educación.

Pero la violencia de género en el contexto de una relación de pareja tiene unas características específicas, entre ellas también está ese autoritarismo machista, y es por eso que si se las presta atención y se escuchan, es posible ponerle su nombre, y además si se “atiende bien”, hasta sería posible evitar los asesinatos.

Si no se evalúan con extremo cuidado las señales de peligro que pueden manifestarse en una relación de violencia de género, y se ponen los medios eficaces para anticiparse a las intenciones del maltratador de acabar con la vida de la mujer, difícilmente se evitarán tantos asesinatos.

Objetivo: Atajar esta lacra

Para afrontar el negacionismo que se extiende entre los adolescentes ante la violencia de género, es necesario que se utilicen las herramientas legales existentes en España, especialmente la ley de la protección de la infancia.

El desarrollo de esta norma debe estar acompañada de una dotación presupuestaria que Save the Children eleva a 155 millones de euros, lejos de las partidas incluidas en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE): 42 millones para la atención a la infancia y las familias y 25 millones para la atención a la violencia de género y sexual.

A su vez, ponemos el foco en extender el uso seguro y responsable de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC); desarrollar recursos de atención integral con enfoque de infancia y de género; la puesta en marcha de políticas de salvaguarda, detención y protección en los centros docentes, entidades del Tercer Sector y espacios de ocio, tiempo libre y deporte con perspectiva de género; la articulación de mecanismos de denuncia seguros y confidenciales; la creación de registros para la recopilación de datos específicos; la adaptación del sistema judicial a las necesidades de las adolescencia; y la divulgación de campañas de información concienciación y sensibilización” para “empoderar a las mujeres” y “proyectar modelos de masculinización positiva.

Aunque es necesario denunciar todas las violencias, es necesario más que nunca que no olvidemos que más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003.

Desde nuestra lucha por la defensa de los derechos humanos no podemos olvidar ni dejar de denunciar la situación que sufren miles de mujeres en distintas partes del mundo en defensa de sus derechos, que son sistemáticamente violados. La violencia sí tiene género y así la califican la ONU, la OMS, el Parlamento Europeo, la ley en España y, lo más importante, los datos.