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La costumbre de saludar con dos besos, uno en cada mejilla, es una práctica cultural ampliamente extendida en muchas partes del mundo, especialmente en países de Europa y América Latina. Aunque es una forma común y aceptada de saludar en muchas comunidades, su interpretación y aceptación pueden variar según el contexto cultural y social.
Porque según la Secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam', esta forma de saludar puede ser considerada una forma de violencia sexual. Así lo afirmó mientras analizaba el 'caso Rubiales'.
Para 'Pam', el saludo con dos besos es otra forma de violencia sexual contra la mujer
"Muchísimas mujeres hemos sido besadas sin nuestro consentimiento", ha opinado en el podcast 'HECM!'. "Desde que eres pequeña, cuando llega el hermano del amigo de tu padre raro que te dice: 'Dale dos besos' y tú dices: 'yo no le quiero dar dos besos' y en cambio sí los das", ha explicado.
Para la Secretaria de Estado, "esto forma parte también de la cultura sexual en la que hemos crecido, que es una cultura de impunidad y falta de consentimiento". "Por eso es tan interesante esa foto (la del 'pico') porque ha hecho a muchas mujeres darse cuenta de que eso no es lo que quieren seguir haciendo el resto de su vida", ha argumentado.
Para 'Pam', casos como el de Rubiales se dan en "espacios hegemónicos" y "la gente está acostumbrada verlo en sus televisiones". "Que no es una celebración feminista, una cosa de esas locas feministas que dicen que el Poder Judicial necesita más formación, sino que es lo que ves siempre en la televisión", ha explicado.
¿Saludo o acoso? Los besos en el punto de mira
El saludo con dos besos pasó a un segundo plano tras la pandemia cuando nos acostumbramos a chocar los codos, hacer un gesto con la cabeza al más puro estilo japonés, e incluso el gesto popularizado por algunos políticos de ponerse la mano a la altura del corazón y amagar con una reverencia abortada a medio camino.
Sin embargo, algunas mujeres en redes sociales han vuelto a la carga con una reivindicación: acabar con los dos besos de saludo, considerados por muchas una forma de violencia sexual.
Lo cierto es que yo, personalmente, no suelo dar muchos. Pero de no gustarme a llamarlo violencia sexual hay un trecho. No en todos las culturas existen estos besos ni este contacto físico, pero en España ha sido el saludo más habitual entre hombres y mujeres (y entre mujeres), en todos los entornos posibles, social y laboral. Eso es así. No hay que darle más vueltas al asunto (opino).
Hace unas semanas el Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, hacía pública una guía para que las empresas pudieren elaborar protocolos para prevenir y actuar contra el acoso en el ámbito laboral. En ella se incluyen los besos como posible acoso sexual, pero también como acoso por razón de sexo, es decir, todos aquellos comportamientos realizado en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.
Objetivar qué es un acoso y que no, no es sencillo. Está muy ligado a la percepción que una persona o supuesta víctima tiene de lo que es un comportamiento aceptable o consentido para ella.
Un beso es algo cercano, personal. Si estás incómoda, no lo des. Extiende la mano o un abrazo.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Es el saludo con dos besos una forma de violencia sexual?
Aquí te dejamos algunos puntos clave sobre la cultura de saludar con dos besos:
- Origen y difusión: La costumbre de dar dos besos como saludo tiene profundas raíces culturales y puede rastrearse hasta la antigüedad. Se ha difundido a lo largo de los siglos y se ha adaptado a diversas regiones y culturas. Cada país puede tener sus propias normas y variaciones en la práctica.
- Significado: En la mayoría de los casos, dar dos besos es una forma amigable y cortés de saludar a amigos, familiares y conocidos. Tiene la intención de mostrar afecto, respeto y cercanía hacia la otra persona.
- Género y contexto social: La interpretación de esta costumbre puede variar según el género y el contexto social. En algunas culturas, es más común entre amigos y familiares, mientras que en otros entornos puede ser más formal y utilizarse en situaciones de negocios o sociales.
- Consentimiento: En los últimos años, ha habido un mayor énfasis en la importancia del consentimiento en todos los aspectos de la interacción humana, incluidos los saludos. Algunas personas pueden sentirse incómodas o inseguras al recibir besos de personas que no conocen bien. Por lo tanto, es esencial ser respetuoso y considerado con las preferencias de los demás al saludar de esta manera.
- Cuestionamientos: Como en el caso mencionado en el artículo original, algunas personas han cuestionado esta práctica en el contexto actual de conciencia sobre la violencia de género y el respeto a las fronteras personales. Argumentan que el saludo con dos besos, cuando no se hace con el consentimiento claro de ambas partes, puede considerarse una invasión del espacio personal.
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