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El volcán Taal, situado cerca de la capital de Filipinas, arrojó cenizas hasta 15 kilómetros de altura este domingo, lo que ha provocado la evacuación de miles de personas, cancelación de vuelos y advertencias de una posible erupción inminente, así como también un tsunami volcánico.
Este volcán ya se cobró la vida de 1.300 personas en 1911 y a 200 durante el año 1965, forma parte de una cadena volcánica que se extiende por la región occidental de la isla de Luzón.
Es uno de los más activos del país, está ubicado en medio de un lago a unos 70 kilómetros al sur del centro de Manila. Los temblores sacudieron el área el domingo y un relámpago volcánico parpadeó en la columna de vapor y cenizas.
Phivolcs, el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, eleva a nivel 5 la explosividad volcánica
Esto significa que un erupción explosiva peligrosa del volcán es posible en cuestión de horas o días.
La ceniza expulsada ha llegado a todos los barrios de Manila, que se encuentra a más de 60 kilómetros del volcán Taal. El Insituto Phivolcs adviritó de que entre los peligros se pueden dar un tsunami volcánico y las rápidas corrientes de gas caliente y materia volcánica que podrían afectar áreas alrededor del lago Taal.
Por las cenizas que está soltando el volcán, y su llegada a Manila, el Gobierno ha decidido suspender los vuelos en el concurrido aeropuerto internacional de la capital.
Se decidió aumentar el nivel en la escala cuando se comenzó a intensificar a lo largo del día la actividad en el cráter y por generarse una erupción de humo de un kilómetro de altura.
Unos 8.000 residentes de la isla del volcán y de ciudades cercanas y con alto riesgo, están siendo evacuados
Por los peligros inminentes que presenta el volcán Taal, unos 8.000 residentes de la isla del volcán y otras ciudades de alto riesgo situados al sur de Manila, entre los que se encuentran San Nicolás, Balete y Talisay, han sido evacuados ante el temor de una "erupción inminente".
Según datos de 2017, la población de estos tres municipios se situaría entre los 6.000 y los 10.000 habitantes. El personal de la Cruz Roja de Filipinas se desplazó hasta la zona para ayudar con las labores de evacuación.
El Departamento de Salud advirtió de que la exposición a la ceniza puede causar problemas respiratorios, por lo que recomendó que los habitantes de las zonas afectadas eviten estar al aire libre y si lo hacen que usen mascarillas y gafas.
Miles de turistas visitan cada año al volcán Taal y algunos realizan excursiones hasta su cráter, parcialmente inundado y en el que es fácil ver pequeñas fumarolas.
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