10 cuadros de mujeres artistas que marcaron la historia del arte

La historia del arte está plagada de mujeres artistas que hicieron un increíble trabajo y marcaron directrices, estilos y dieron al mundo magnificas obras de arte que, por desgracia, han sido olvidadas e incluso excluidas por la academia, los libros de texto, los museos y el arte generalista. Como parte de un proceso reivindicativo de estas mujeres y sus trabajos, muchos historiadores e historiadoras del arte, han querido devolver el puesto que les corresponde a estas artistas en el mundo del arte.

10 cuadros imprescindibles de mujeres artistas

Teniendo en consideración estas reivindicaciones por remarcar y devolver a la luz todas aquellas obras de mujeres artistas que destacaron por su destreza, imaginación y calidad, te traemos una lista de los 10 cuadros pintados por mujeres necesitas conocer, apreciar y disfrutar, antes de morir. Además tres de estas obras se encuentran en museos españoles.

"Innocent Love, 1999", de Agnes Martin

La más pura representación del arte abstracto se encuentra en esta serie titulada 'Innocent Love' presentada por la artista canadiense Agnes Martin. Líneas horizontales, colores pastel y únicos, las matemáticas unidas al arte, todo esto se encuentra mezclado en perfecto equilibrio en la gran obra de Martin. Podrás apreciar esta serie en el 'Dia Art Foundation' de Nueva York.

"Un día de verano", de Berthe Morisot

Berthe Morisot fue una de las pocas mujeres artistas que fueron reconocidas en su época por el mundo del arte. Compartió época y registro con pintores impresionistas de la talla de Monet o Matisse. Su impresionante trabajo la hicieron resaltar y adquirir una especial relevancia entre los principales círculos de artistas. Gracias a ella, Eduard Manet también consiguió formar parte de la élite de artistas. Sus obras se exponen actualmente en al National Portrait Gallery de Londres.

"La feria de caballos", de Rosa Bonheur

El Metropolitan Museum of Art de Nueva York, tiene expuesta esta impresionante pintura, de un tamaño igual de impresionante, con medidas de 244,5 cm x 506,7 cm. Una obra, que además de ser una de las más populares y alabadas en el museo, también contó en su momento con la admiración de la reina Victoria y de sus coetáneos. Sin lugar a dudas, la fuerza, el movimiento y la captura de la luz hacen que te quedes absorto disfrutando de cada detalle.

"Retrato de Goya", de Rosario Weiss

Rosario Weiss fue pupila del maestro Goya, quien se fijó en el impresionante talento de Weiss en diferentes formatos artísticos como el óleo, la tinta china o la litografía. Trabajó como copista para el Museo del Prado, la Academia de San Fernando y para algunos coleccionistas privados. Su incansable labor consiguió reconocimiento por parte de la Academia e incluso hay quienes atribuyen ciertas pinturas de Goya, como la 'Lechera de Burdeos' a Rosario. Tiene este retrato de Goya expuesto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

"Movimiento en cuadrados", de Bridget Riley

Riley es una de las principales referentes del arte figurativo y abstracto. Movimiento, arte óptico, efectos ópticos y mucha creatividad, se derrochan en la mayor parte de su obra. Con una técnica maestra que empezó a explorar inspirada por el puntillismo del siglo XIX, esta autora quiso llevar al espectador hasta el mismo interior del cuadro. Concretamente la obra 'Movimiento en cuadrados', una de las más apreciadas de toda su colección, puede admirarse en el 'Art Council Collection, Southbank Center' de Londres.

"Las dos Fridas", de Frida Kahlo

Qué decir de Frida Kahlo. Una de las mujeres artistas que se ha convertido en un auténtico icono del arte, e incluso de movimiento feminista. Una vida complicada y atormentada, marcada especialmente por un suceso violento que la llevó a permanecer en cama durante muchos meses, y que fue la principal motivación para la creación de sus principales obras. Kahlo supo plasmar su dolor y sufrimiento, a través de una técnica muy personal que dota de nombre y apellido sus cuadros. Siempre acompañada por los colores que estaría de su querido México natal, la obra 'Las dos Fridas', muestra las heridas profundas que la atravesaban, un cuadro cargado de emociones que podrás disfrutar el el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México.

"Estramonio. Flor blanca nº 1", de Georgia O’Keeffe

Esta obra maestra del arte es el más claro ejemplo de que que no hace falta plasmar escenas épicas o cargadas para plasmar con auténtica belleza el arte más puro. 'Flor blanca nº1' se encuentra actualmente expuesto entre la colección del Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, un auténtico lujo por el que se pagó el precio más alto jamás realizado a la obra de una mujer, que llegó a alcanzar los 44,4 millones de dólares en 2014.

"Joven de verde", de Tamara de Lempicka

El espíritu de los felices años 20 y 30, la elegancia, las fiestas y todo un estilo de vida retratados con la más alta expresión del Art Déco. La técnica de esta maestra de origen ruso-polaco, se pone en evidencia con los contrastes de luces y ese exuberante color verde que grabará en tu memoria este magnífico cuadro que sin lugar a dudas no puedes dejar de visitar en el 'Centre Pompidou' de París.

"Composición cubista", María Blanchard

Blanchard, una cubista española que por desgracia no obtuvo el mismo reconocimiento que su paisano Pablo Picasso, a pesar de que sus obras se encuentran en un nivel elevado en cuanto a este estilo. Aunque la historia del arte no ha remarcado su nombre, sí lo hicieron sus contemporáneos que supieron apreciar la calidad de sus composiciones. Esta obra, es uno de los más claros ejemplos de sus habilidades pictóricas, que además se encuentra expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid.

"Autorretrato con sombrero de paja", de Louise Élisabeth Vigée Le Brun

Una de las mujeres artistas más reconocidas por su trabajo durante su época, aunque se tratase del pleno siglo XV. Retratista experimentada, se codeó con la corte y la corona. María Antonieta fue una de sus principales clientas a la que retrató en más de una ocasión. Formada en el taller de su padre, un reputado pintor, su técnica y estilo nada tenían que envidiar a sus contemporáneos. Los tonos, las formas y las texturas de todas sus obras, pero sobre todo de la que te proponemos visitar en la 'National Gallery' de Londres, merecen más que de sobra un momento de tu atención.