4-M: Claves políticas e información útil para las elecciones

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04/05/2021 - 08:54
Ayuso vaticina la "caída histórica" del PSOE en Madrid, "que incluso podría ser 'sorpassado' por otros partidos"RRF

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Cuando el 10 de marzo PSOE y Ciudadanos se aliaban para presentar una moción de censura en la Región de Murcia poco se imaginaban que ese movimiento acabaría, ni dos meses después, en unas elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid. Y menos aún que esos comicios monopolizarían el debate político nacional y pondrían sobre la mesa un debate sobre las bases de la democracia y el peligro del fascismo. Porque en eso se ha convertido la campaña del 4-M.

Qué pasa con la participación

Una vez todos los partidos pusieron sus cartas encima de la mesa, la partida comenzó con una clara favorita: Ayuso, que definió las elecciones como una pugna entre "comunismo o libertad".

Para contrarrestarlo, la izquierda diseñó sendas campañas basadas en intentar movilizar el voto trabajador, tradicionalmente más abstencionista. Y la Moncloa decidió volcarse en la precampaña socialista dando un papel protagonista al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Las encuestas no se ponen de acuerdo sobre cuántas personas irán a votar; algunas hablan del 68 % (un poco más de lo normal en unas autonómicas) y otras elevan esa cifra hasta el 75 % (al nivel de unas generales).

En las elecciones generales de abril de 2019 votó el 80 % de los madrileños y la derecha ganó allí por 10 puntos sobre la izquierda. En la repetición de noviembre, votó el 70 % y la derecha volvió a ganar por 7 puntos.

ADVERTENCIA: Cuando lleguen los primeros datos de participación, calma. Las especulaciones a partir de la cifra a medio día o incluso a las 20.00 suelen ser fútiles. Esta vez se suma que se vota en martes. Sobres eso tenemos un dato —los votantes de izquierdas declaran más dificultades por votar entre semana—, pero en verdad sabemos poco sobre los efectos de esta novedad.

Las cartas con balas cambiaron el ritmo de la campaña

Pero este movimiento y, en general, toda la última semana de campaña han estado marcados por las amenazas de muerte a varios dirigentes políticos. Primero fueron el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el candidato Pablo Iglesias quienes recibieron sendas cartas acompañadas de balas de fusil de asalto. Y, posteriormente, se interceptaron nuevas misivas dirigidas a Ayuso, Iglesias -por segunda vez- o la ministra de Industria, Reyes Maroto.

Cuando se conocieron estos hechos, Vox puso en duda la veracidad de las amenazas a Iglesias, lo que provocó que este se negara a compartir mesa de debate con la candidata de la formación, Rocío Monasterio. A partir de ahí, el eje de la campaña cambió y las izquierda retomó la iniciativa: durante la última semana, PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos  han centrado sus intervenciones sobre la "democracia" y sobre el peligro del "fascismo", y han redoblado sus esfuerzos para fomentar la participación.

No obstante, las últimas encuestas no reflejan un cambio sustancial en el panorama y el bloque conservador sigue teniendo ventaja, a tenor de los sondeos. Y si la campaña se ha leído en una evidente clave nacional, los resultados del 4-M también tendrán consecuencias que atravesarán las fronteras madrileñas y afectarán al tablero político estatal.

¿Tiene opciones Ciudadanos?

Sabremos pronto si el partido de Edmundo Bal queda fuera del reparto de escaños. Si empieza muy débil en el escrutinio, cerca del 2 % o 3 % en votos, tendrá difícil recuperar el terreno que necesita. Su entrada es una de las sorpresas posibles del 4-M, pero si se descarta, el recuento será un duelo entre dos cifras: la suma de escaños de PP y Vox (73 según los sondeos) y la de PSOE, Más Madrid y Podemos (64).

En Madrid lo habitual ha sido que los partidos de izquierdas empiecen bien, y que al avanzar el escrutinio la derecha vaya subiendo. Estas regularidades se rompen, pero es lo que pasó en 2015 y 2019. Lo más práctico en la noche electoral es ir fijándose en la tendencia. Si un partido gana escaños cuando el escrutinio sube del 10 % al 20 %, lo probable es que siga subiendo después.

¿Hasta cuándo bailan escaños? Suele haber bastantes cambios antes de que se alcance el 50 % de voto escrutado. Luego ya depende: hay veces que sigue habiendo mucho movimiento hasta el 80 % y otras veces que no. De nuevo, es útil mirar la tendencia.

Elecciones en Madrid, consecuencias para España

Para empezar, la desaparición de Sánchez en los últimos días de la campaña no podrá evitar que una derrota de la izquierda en las urnas sea interpretada como un varapalo para el presidente del Gobierno, muy presente en los primeros compases de la precampaña y al que Ayuso ha señalado como verdadero objetivo a batir.

Es más: se trataría de la primera vez que el bloque progresista no lograría que el miedo a la extrema derecha sirviera como herramienta para movilizar a su electorado, como sí lo hizo, por ejemplo, en las generales de 2019.

Las reverberaciones también podrían dejarse sentir en la derecha, donde Ayuso parece haber dado con la tecla para neutralizar la fuga de votantes del PP a Vox... aunque solo se haya probado como válida en Madrid.

Y lo cierto es que el líder del PP está intentando sacar réditos de una eventual victoria en la Comunidad de Madrid. "El 4-M será un punto de inflexión para la política nacional", aseguró este domingo Casado, que afirmó que los comicios abrirán la posibilidad de "cambiar" a nivel nacional el "mal Gobierno" de coalición de PSOE y Unidas Podemos y "derrotar" a los socialistas "a escala nacional".

Si los sondeos aciertan y la derecha efectivamente acaba imponiéndose, una clave será medir la magnitud de su victoria

No es igual de significativo que la suma de PP, Vox y Cs supere a la izquierda por 3 puntos o que lo haga por 12. Para juzgarlo, es útil tener los resultados de 2019 como referencia: la derecha ganó por 10 puntos en las generales de abril de ese año, por 3 en las autonómicas de mayo y por 7 en las generales de noviembre.

En la izquierda la pregunta fundamental es hasta dónde bajará el PSOE, que rondó el 2 7% en todas las elecciones de 2019, pero que los sondeos colocan ahora alrededor del 21 %. Si resiste peor (o mejor) de lo esperado se harán distintas lecturas, también a nivel nacional.

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