Cambiar el agua del grifo por agua mineral embotellada puede costar hasta 500 euros al año para una familia, mientras que el agua del grifo solo cuesta 5 euros anuales.
En España, muchas personas prefieren el agua embotellada. La uróloga Cristina Barrera recomienda revisar la etiqueta para ver la mineralización, sugiriendo menos de 10 mg de sodio y 50-100 mg de calcio por litro.