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Se ha convertido casi en un placer culpable, pero la mayoría de nosotros reconocemos que las series, películas, libros y en general historias sobre asesinos en serie nos generan cierta curiosidad inevitable. Y es probable que haya surgido casi de forma orgánica, pero lo cierto es que estamos experimentado un boom de lo que se conoce como el fenómeno del 'true crime'. Para muestra, un botón, la nueva serie de Netflix que está arrasando: Dahmer.
La historia de Jeffrey Dahmer, un asesino en serie que mantuvo a un país entero pegado a las pantallas de televisión con una mezcla de consternación y curiosidad culpable, es la última historia real que Netflix ha rescatado para convertirla en serie, que no deja de subir en cifras de visualizaciones desde que se estrenó. La plataforma ya había cosechado algunos éxitos con documentales y miniseries similares sobre grandes criminales como 'Construyendo a un asesino', o 'Conversaciones con asesinos'.
El fenómeno Dahmer
En 10 capítulos de aproximadamente una hora cada uno, Netflix ha apostado por un formato distinto, adaptando la historia real de uno de los asesinos en serie que más consternó a la población estadounidense a principios de los años noventa, para narrar su historia en formato de serie, permitiéndose introducir algunas licencias creativas que no ha gustado a muchos.
Entre la época de los 70 y 90 en los Estados Unidos, tuvo lugar una especie de boom con los asesinos en serie. Empezaron a saltar a la pantalla televisiva historias tremendas sobre personas que cometían auténticas atrocidades. Pero por extraño que parezca, esto despertó un fenómeno fan hacia asesinos en serie como Dahmer.
La admiración de cientos de personas se materializó en forma de todo tipo de objetos, por supuesto también de disfraces para Halloween. Un fenómeno que ha vuelto a recibir un empujón con esta adaptación de Netflix. Ya en la época de Dahmer empezaron a comercializarse máscaras con su cara, y en pleno 2022 volvieron a comercializarse, aunque pronto se retiraron para no hacer publicidad de un asesino.
La romanización de un monstruo
Muchas veces, y aun sin pretenderlo, el contar estas historias con formulas narrativas que suelen utilizarse para otros contextos, puede llevar a que se pierda el norte sobre lo que se está contado, o simplemente que el morbo sea mayor que el sentido común y que se acabe admirando o compadeciendo a una persona que asesinó de forma brutal a 17 personas, como Jeffrey Dahmer.
Tanto es así, que el padre de Dahmer, al que también se le conoce como el 'Monstruo de Miwaukee', pretende denunciar a la plataforma por 'romantizar' los actos atroces que cometió su hijo. Disfrutar de historias de 'true crime' no debería estar penalizado, pero es cierto que ha acabado abriendo un debate conocido sobre los límites de la información, el morbo y el dar 'bombo' a personas que son capaces de asesinar a sangre fría.
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