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Alberto Núñez Feijóo, actual candidato desde el Partido Popular para la presidencia del Gobierno Central, ha presentado recientemente su nuevo Plan de Calidad Institucional y Regeneración Democrática en el Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz. Este nuevo plan es una clara muestra de intenciones de la línea política que pretende seguir en el caso de llegar a gobernar. En esta propuesta ha tocado puntos importantes de debates actuales como el delito de sedición o en cuanto al acceso a los puestos de poder.
Con respecto a esto último, Feijóo ha hecho especial hincapié en la reforma de la ley para permitir que lleguen a los puestos de mandato la lista que haya sido más votada en las urnas, con la finalidad de “garantizar que la alcaldía recaiga en la candidatura que logre mayor respaldo popular directo en las urnas” y no en un partido que llegue a un acuerdo postelectoral “en los despachos”, como ha comentado en su discurso durante la presentación del Plan.
Feijóo y su nueva estrategia de gobierno
La reforma en la ley electoral es algo que vuelve a salir a debate cada vez que el país se enfrenta a unas nuevas elecciones. Esto se debe principalmente a la controversia que generan ciertas particularidades del Régimen Electoral General (LOREG), sobre todo en lo referente a la posibilidad de que coaliciones o reparto de escaños con respecto al número de votos obtenido. Sin embargo, no suele llegar a haber consenso en el hemiciclo para poder llevar a cabo este cambio.
Por su parte, Núñez Feijóo ha vuelto a poner sobre la mesa una reforma de esta ley, concretamente del artículo 180, con la intención de garantizar que sea alcalde o alcaldesa, aquella persona que haya obtenido más votos en las urnas. Desde el partido de Feijóo, se considera que el hecho de que gobierne la lista más votada “es una garantía de mayor estabilidad y constituye una fórmula más justa, transparente y democrática”, pero esta medida únicamente afectaría a los ayuntamientos.
¿Qué hubiese pasado si se habría aplicado en las anteriores elecciones?
A casi nadie se le escapa que esta propuesta llega en el momento adecuado, teniendo en cuenta que se acercan elecciones municipales y autonómicas en comunidades como Madrid, Cataluña o Valencia. Cierto es que no es la primera vez que Alberto Núñez Feijóo formula esta propuesta de cambio, ya lo hizo en su momento tras las elecciones de Castilla y León en las que el PP no pudo gobernar solo, y lo retoma en esta nueva ocasión.
Pero, ¿Qué habría pasado si este cambio se hubiese hecho efectivo en las últimas elecciones municipales? La respuesta es muy sencilla: el Partido Popular no habría podido llegar a las alcaldías de Madrid, Zaragoza o Badajoz, dejando fuera a alcaldes como Almeida o Azcón. Es posible que Feijóo quiera evitar los pactos con Vox y que incluso pueda llegar a pecar de ampliamente positivo con los resultados de las encuestas sobre su partido.
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