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Finalmente este domingo, el partido de centro de Emmanuel Macron se ha impuesto en la segunda vuelta a su principal rival, la candidata de ultraderecha Marie Le Pen. Según cifras del Ministerio del Interior con el 100 % de los votos escrutados, Macron volverá a gobernar Francia otros 5 años más, con un 58,54 % de los votos frente al 41,46 % de Le Pen.
Europa y Francia respiran con alivio al haber evitado, por tercera vez, que la ultraderecha gobernase el país. Desde las principales organizaciones europeas, no se han hecho esperar los mensajes de apoyo al renovado presidente francés. Como el de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien expresó su apoyo diciendo que es necesario "una Europa sólida y una Francia totalmente comprometida por una Unión Europea más soberana y más Estratégica".
Los retos de Macron
A pesar de que Marie Le Pen no haya ganado las elecciones a la presidencia, es la primera vez en Europa que un partido, abiertamente declarado como ultraconservador, se haya quedado tan cerca de ganar. Con casi un 42 % de los votos, Le Pen ha obtenido sus mejores resultados, acortando el espacio de las elecciones anteriores. Algo que pone en evidencia la fractura en lo que respecta a la política y sociedad francesa.
Ha esto debemos añadir, que la abstención de los votantes alcanzó el 28,8 %, una de las cifras más altas, que no se veían desde 1969. Otro síntoma del desapego social hacia la política y hacia los candidatos. Estos dos elementos van a configurar el entorno social en el que Macron deberá sacar adelante sus políticas durante los próximos 5 años. Por eso el presidente se dirigió a estos dos grupos en concreto en su discurso de vencedor.
La palabras para los que votaron a su rival fueron "sé que muchos franceses que hoy han elegido la extrema derecha por indignación deben encontrar una respuesta; Esta es mi responsabilidad". Por otro lado, para aquellos que se abstuvieron de ir a las urnas, Macron señaló que “Su silencio ha significado un rechazo a elegir al cual debemos responder”.
Por su parte, la vencida, declaró en sus primeras palabras que "nunca abandonaré a los franceses", alegó que, a pesar de los resultados, no se rendiría en si camino hacia el gobierno y que lucharía con fuerza en las próximas elecciones a la Asamblea legislativa el próximo mes de junio y ha pedido al resto de partidos afines que unan fuerzas contra Macron. Pero no solo sus rivales o la compleja situación social que vive el país serán los únicos retos para Emmanuel Macron.
La crisis, tanto económica como sanitaria, provocada por la pandemia de coronavirus aún continua latente, el reto al que se enfrenta la Unión Europea después del brexit y con partidos como el de Le Pen, por no mencionar la actual guerra en Ucrania, conflicto en el que ha tenido un especial protagonismo por su trabajo diplomático. Son los grandes retos con lo que tendrá que batallar en su recién renovada legislatura.
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