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Nueva York, 25 sep (EFE).- Zonas seguras alrededor de las escuelas, clubes de estudiantes que promuevan la seguridad vial y campañas de sensibilización son los ejes de "Rights of way", el proyecto de colaboración entre la empresa Abertis y Unicef para fortalecer el derecho al transporte seguro.
El acuerdo supone una colaboración de 3 millones de dólares (un millón por año durante tres años) para combatir los accidentes en las carreteras, la principal causa de mortalidad en niños y niñas de edad escolar.
Lanzada a finales de 2017, la iniciativa atraviesa su fase inicial, con acciones que se están desarrollando en Jamaica y Filipinas, según los avances presentados hoy en el Instituto Cervantes de la ciudad de Nueva York.
En Jamaica, un país en el que aspiran a beneficiar a 12.500 niños y niñas, el proyecto está centrado en 15 escuelas identificadas como "de alto riesgo", es decir, que quienes asisten allí no están en una zona segura cuando se trata de caminar hacia el establecimiento.
Por ese motivo, las prioridades están en crear zonas seguras alrededor de las escuelas a través de pasos de cebra y señalizaciones y en organizar campañas de concienciación.
En ese marco, este año ya se ha iniciado un taller de Escuelas seguras y se ha lanzado un plan de medios.
En tanto, en Filipinas el proyecto está concentrado en 50 escuelas de alto riesgo y busca beneficiar a 250.000 niños y niñas de forma de directa.
En el país asiático, los principales esfuerzos están puestos en desarrollar materiales educativos y de sensibilización que no solo alcancen a los alumnos, sino también a los padres y al público en general.
En Filipinas, el proyecto también apunta a mejorar el sistema nacional de seguridad vial a través del cruce de datos, desarrollo de indicadores y análisis de la legislación vigente, entre otras iniciativas.
Por ahora, Abertis y Unicef han definido la ubicación del primer programa piloto, que será en Zamboanga, y han avanzado en involucrar a actores para implementar el programa nacional de prevención de siniestralidad infantil que tiene el Departamento de Salud.
Los avances de esta iniciativa fueron presentados hoy en el Instituto Cervantes de la ciudad de Nueva York, en un evento que contó con la embajadora adjunta de España en la misión ante la ONU, María Bassols Delgado; el director de la Fundación Abertis, Sergi Loughney; el jefe de Protección Infantil de Unicef, Cornelius Williams; y el director de Alianzas Privadas de Unicef, Gary Stahl.
Según Williams, la importancia de este proyecto radica en que la información y la evidencia que surja de las experiencias en Filipinas y Jamaica también "van a influir las políticas" de Unicef sobre este tema.
En tanto, Bassols resaltó los beneficios que tendrá la implementación de este proyecto para proteger la seguridad de miles de niños y niñas en todo el mundo.
Las cifras detrás de la motivación de este proyecto son contundentes: unos 10 millones de niños resultan heridos o con discapacidad a raíz de accidentes de tráfico cada año; 500 mueren cada día en las carreteras, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Otro actor de este proyecto es el Institut Guttmann, un hospital especializado en el tratamiento y rehabilitación de personas con lesión medular, daño cerebral adquirido u otras discapacidades con un origen neurológico.
Los equipos médicos del instituto irán a los hospitales sugeridos por Unicef para transmitir cuáles son las buenas prácticas para evitar lesiones permanentes en este tema.
"Tenemos que organizar un gran 'scrum' con Unicef, con diferentes instituciones, Abertis, el Instituto Guttmann y todas las organizaciones para pelear contra estas muertes", dijo Loughney en la presentación.
Precisamente, Loughney aseguró que están trabajando en un estudio con la London School of Economics para determinar el impacto socioeconómico de los accidentes de tráfico, un documento que empezarán a mostrar en 2019 en los países en los que Abertis también tiene presencia, como Brasil, Argentina, Chile, Francia o Italia.
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