Lectura fácil
La accesibilidad universal garantiza que todas las personas tengan igualdad de oportunidades para ejercer sus derechos. Es imprescindible para el 10 % de las personas con algún tipo de discapacidad, necesaria para el 40 % y confortable para toda la población.
Se define como aquella condición que deben cumplir los entornos, los procesos, los bienes, productos y servicios, así como aquellos objetos, instrumentos, herramientas o dispositivos para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad, comodidad y de la forma más autónoma y natural posible.
Accesibilidad y diseño universal
En relación con la accesibilidad universal, el concepto norteamericano de diseño universal se refiere al diseño de productos, entornos y servicios que sean accesibles para el mayor número de personas posible, sin necesidad de adaptarlos a las necesidades de ningún colectivo específico.
"Si se piensa en un diseño accesible desde el principio, no habrá necesidad de adaptarlo a personas con discapacidad". Así se expresa Merce Luz, encargada de Accesibilidad de Fundación ONCE en el sector de Ocio y Turismo.
En palabras de esta experta, "hemos de pensar en esa diversidad que somos todos, y que lo que se diseñe se pueda usar por el máximo número de personas posible. Cualquier producto, cualquier entorno y cualquier servicio"
Hablando con ella, nos puso como ejemplo el diseño de una botella accesible. "Al diseñar esa botella debo pensar en su accesibilidad universal: que sea ergonómica, que se pueda sujetar bien con las manos y que tenga una apertura fácil, sin necesidad de hacer mucha fuerza. Debemos tener en cuenta que la tiene que abrir un niño, una persona con discapacidad o una persona mayor".
A la hora de crear, diseñar y construir accesibilidad universal -explicó Merce Luz a GNDiario- "hay que pensar en ese abanico tan diverso que somos toda la población, no solo las personas con discapacidad".
En la Fundación ONCE tienen en claro que la accesibilidad es imprescindible para el 10% de las personas en situación de discapacidad; necesaria para el 40 % las personas con discapacidades transitorias (una embarazada o una persona que se rompe una pierna tienen una discapacidad transitoria) y confortable para el 100 % de la población.
Merce Luz sostiene que “la mayoría de la gente piensa en accesibilidad solo cuando ve la rampa, pero se trata de un concepto mucho más amplio. Por ejemplo, la Constitución en lectura fácil te ayuda a entender y aclarar muchas cosas, y algo similar ocurre con El Quijote, que también lo tenemos en lectura fácil. La esencia del libro se mantiene, pero algunas palabras, como hidalgo, aparecen con un recuadrito donde se explica el significado. Los guías y comisarios de los museos, por ejemplo, deben simplificar su lenguaje para adaptarlo a cualquier público que llegue (niños, personas con escasa formación cultural, etc.).
El camino a la igualdad
El acceso a cualquier entorno o a cualquier producto es un derecho constitucional y todos debemos tener la oportunidad de disfrutarlo. La Fundación ONCE nació con ese objetivo, el de que las personas sean lo más autosuficientes e independientes posible.
La accesibilidad universal es, por tanto, “un parámetro fundamental para garantizar el cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades y no discriminación, como mejora de la calidad de vida de todas las personas, asegura Merce Luz.
“El acceso de cualquier enfermo a un hospital, por poner un ejemplo sencillo y habitual, es un derecho constitucional. Garantizarlo es situarse en el camino a la igualdad”. En su opinión, la accesibilidad universal genera a todos calidad de vida, y eso es sembrar igualdad.
Además de la Fundación ONCE, el CERMI (Comité español de representantes de personas con discapacidad) defiende legalmente los derechos de las personas en situación de discapacidad. Es la entidad encargada del contacto directo con las instituciones públicas para defender que no se produzca discriminación.
Por ejemplo, si una persona quiere estudiar piano pero solo tiene una mano, esa carencia no debe impedirle que cumpla su sueño. Se puede tocar el piano con los pies, pero no será posible si en la escuela o la universidad en cuestión te impiden el acceso, es decir, el derecho a matricularte.
Por la consecución de esa igualdad lucha el CERMI. Mientras la Fundación ONCE trabaja para llegar a la igualdad a través de la accesibilidad universal, el CERMI lucha para que en la práctica se cumpla esa igualdad real y efectiva.
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