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Hoy la vida es otra. Nos ha dado de lleno. La situación que estamos viviendo en España es desoladora. El COVID-19 nos ha dejado a todos sin aire. Tras esta enfermedad son muchos los que vuelven y también los que no lo hacen. Estos días han sido, están siendo y serán duros para todos.
El coronavirus trae contagios, complicaciones, fallecimientos y mucha soledad. Sobre todo la soledad de las personas mayores, el colectivo más frágil ante esta pandemia.
Pese a que nuestros mayores son las personas que más deben protegerse (mucho más aquellos que están en residencias) la realidad es que les hemos atendido tarde.
Este virus se ha metido en nuestras vidas hasta tumbarnos pero unidos podremos con él.
La situación de los hospitales se complica cada día
Los hospitales no tienen camas libres, no les quedan mascarillas ni tienen equipos de protección para que el personal sanitario pueda trabajar sin contagiarse. Sin embargo, en las UCI hay miles de pacientes unidos ante un mismo enemigo. Así que, dejemos a un lado las ideas políticas, ya habrá tiempo de valorar quién lo hizo mal o bien, ningún político sea del color que sea está preparado para una crisis de este tipo. Arrimemos el hombro. No hay nada más fuerte que una sociedad unida.
Estoy muy convencida de la importancia de las mascarillas y todo el material sanitario que escasea o es nulo en España, pero el derecho a decir adiós, para los que se van y para los que se quedan, no debe ser menor. Saldremos de esta sí pero espero que aprendamos muchas cosas por el camino.
'Se va la última generación que entendió que un 'para toda la vida' era para toda la vida'. Y a muchos de nosotros nos toca sufrir estas pérdidas muy de cerca. Ahora lloramos encerrados en casa, aislados de nuestras familias y seres queridos.
Esta generación se va sin despedidas. Las despedidas en tiempo de coronavirus han desaparecido. Se restringen las visitas por sala a un máximo de seis personas en los tanatorios. Y ni siquiera las salas están abiertas todo el día porque además, en caso de fallecer por coronavirus se desaconseja este adiós.
La pérdida estos días es mucho más dolorosa. La gente está muriendo sola y no podemos despedirnos. Es el momento de la unión, y de no pensar en nada, solo que juntos somos mejor ante eso que nos da miedo.
Somos fuertes, mucho, pero cuando más cariño necesitamos, cuando más ganas tenemos de abrazar a los nuestros, es cuando más tenemos que luchar. Aunque ya estemos cansados psicológicamente.
Yo también tengo miedo de lo que está pasando y de lo que está por venir. Vivimos un tiempo que no pensábamos que viviríamos. Situaciones que nos unen más de lo que ya estábamos... en la distancia pero más unidos que nunca.
Seamos pacientes pero sobre todo, seamos humanos
Feliz viaje abuelo. A pesar de estar volando alto, te sentimos cerca. Dentro de un tiempo todo esto solo será un mal recuerdo.
A mi padre. Él es uno de los amuletos que la vida decidió regalarme y ahora no puedo abrazarle.
“Es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites”
Gabriel García Márquez
Comentarios noticia
En estos días.
Un abrazo GRANDE Katia. Aunque sea desde la distancia, al igual de cercano y sincero.
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