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La famosa ministra del Congreso, Adriana Lastra, ha renunciado a su puesto de responsabilidad en el equipo del PSOE por su “dificultad de compaginar” el proceso del embarazo ante la intensidad de su trabajo. Esta decisión se ha criticado en el Congreso tras la pregunta a si se hubiera producido la misma respuesta en el caso de la paternidad.
Compaginar cuidados y responsabilidades maternales
Juzgar a las mujeres dentro del ámbito político es todo un clásico en nuestra sociedad. Independientemente del motivo, la mujer siempre va a situarse en el punto de mira ante las posibles decisiones que toma de cara al poder y que puedan afectar al sistema político.
Es lo que ha ocurrido con la mano derecha del Partido Socialista, Adriana Lastra, quien ha decidido dimitir de su puesto alegando “cambios importantes” en su vida personal, lo que le exigen “tranquilidad y reposo” y que han obligado a “tomar una baja laboral que se va a prolongar aún un tiempo”.
La vicesecretaria general, Lastra, explicaba que posicionarse en su papel actual es una tarea “muy exigente en tiempo, esfuerzo y desvelos”. Además, señaló que “por todo ello, y ante la dificultad de compaginar las exigencias de reposo y cuidados, imprescindibles en mi situación actual, con la intensidad que exige la dirección del Partido, he presentado mi dimisión”.
Reproches y críticas hacia Adriana Lastra
A pesar de la sinceridad de Adriana Lastra respecto a su situación de salud, son muchas las críticas procedentes de la oposición que atacaron a varias diputadas del PSOE, que tildaron de <<nauseabundo>> que se cuestione las razones <<personales>> de Lastra y su libre decisión. Además de la multitud de críticas, la justificación de Lastra y su libre decisión causaron un disgusto en el Partido Socialista.
En política, este tipo de justificaciones se ven abarcadas por una serie de incomodidades, así como tensiones.
Incompatibilidad entre cuidados y política: ¿Qué pasaría si fuese un hombre?
En la actualidad existen diversas entidades políticas que centran su trabajo en la valoración de decisiones como Adriana Lastra, y que, para muchos, son exigencias inhumanas. En este mismo sentido, muchas personalidades incitan a desactivas este tipo de tensiones y buscar un trabajo de forma conjunta, llegar a acuerdos de una forma más propensas que la propia competitividad.
Por otro lado, el “abandono” de Adriana Lastra del poder da qué pensar en relación a las decisiones personales de las figuras políticas, ya que, si se hubiese tratado de un caso contrario, donde el hombre decide tomarse la baja por paternidad, la situación no hubiese llegado a estos extremos. En este caso, un posible abandono de Adriana Lastra hubiese sido algo positivo para el hombre, no una crítica más.
Por eso, es importante concienciar a la población y a los propios partidos de la existencia de igualdad de género entre ambos sexos, independientemente de la situación social, laboral, económica o familiar que la persona sufra.
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