Desde enero de 2021, unos 270.000 afganos se han visto forzados a desplazarse dentro del país –principalmente a causa de la inseguridad y de la violencia–.
El gobierno de los talibanes comete un nuevo atentado contra los derechos de las niñas y mujeres afganas. Ahora se les ha prohibido ir a la escuela y el uso del burka será obligatorio.