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El fin de la guerra en Afganistán con la llegada al poder de los talibanes, no ha traído ni paz ni más justicia, más al contrario. Durante años, los talibanes han estado menoscabando los derechos de las niñas y mujeres afganas allí donde conseguían establecerse, ahora han extendido su control a todo el territorio, acabando con los derechos humanos de miles de personas, en especial de mujeres y niñas.
Este grupo de extremistas islámicos, no considera que las niñas y mujeres afganas tengan más derechos que los que puede tener el ganado. Así lo han demostrado prohibiéndoles el acceso a la educación y ahora pretenden implementar el uso del burka obligatorio. El burka es una de las prendas que más vulnera el derecho a la identidad de las personas, pues su único objetivo es esconder a las mujeres y limitar su visión del mundo a un pequeño rectángulo con rendijas a la altura de los ojos.
España se suma al rechazo de las nuevas restricciones para las niñas y mujeres afganas
El Gobierno de España ha firmado un documento de rechazo, junto a otros 14 países, donde se condenan las nuevas restricciones impuestas por el gobierno de los talibanes, que van en contra de los derechos humanos de las niñas y mujeres afanas. Así lo ha comunicado recientemente el Alto Representante de la Unión Europea Josep Borrell.
Este texto, firmado por países de los 5 continentes, quiere subrayar que las niñas y mujeres afganas “contribuyen de manera significativa a dar forma al futuro de Afganistán”, y añade que su participación es imprescindible para “la consecución de la paz, la estabilidad y el desarrollo económico del país”. Además añade, que los firmantes, se encuentran "profundamente preocupados" principalmente ante la situación de la educación de las niñas, ya que se les ha prohibido acudir a la escuela.
A través de este comunicado, piden a los talibanes “que respeten el derecho a la educación y cumplan su compromiso de reabrir las escuelas para todas las niñas”. Pero no son los únicos derechos de los que se ven privadas las niñas y mujeres afganas, también está la prohibición de salir del domicilio sin que haya una necesidad y cuando lo hagan deberán ir acompañadas de un hombre. Por supuesto, tampoco tienen acceso al trabajo o a expresar opiniones.
La prohibición de la vida pública para las mujeres afganas
Pero estas prohibiciones para las niñas y las mujeres afganas van más allá, pues todas giran entorno a eliminar a las mujeres de los espacios donde se realiza la vida pública, invalidándolas y excluyéndolas de la sociedad. El no poder trabajar, estudiar o salir a la calle con total libertad, solo hace que se encuentren en una posición de vulnerabilidad ante más atentados contra sus derechos y a la violencia que se pueda ejercer sobre ellas.
El uso del burka también juega un papel fundamental, ya que es una herramienta para acabar con la identidad de una persona, concretamente la de las mujeres afganas. Recordemos que antes de la llegada de los talibanes al poder completo del territorio, las mujeres y niñas iban ganando derechos y convirtiéndose en elementos importantes de la sociedad. Ahora están perdiendo todo lo ganado en igualdad de género.
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