El bien escaso del agua entra en la Bolsa de Estados Unidos

Naciones Unidas determinó en el año 1992, que toda la población debía poder acceder al agua a un precio asequible. Hace una década, la organización reconoció oficialmente en una resolución específica que el acceso a este bien tan preciado es un derecho humano irremplazable, siendo a su vez condición para la consecución de otros derechos.

La ONU calcula que cerca de 2.200 millones de personas carecen de acceso al agua. Un déficit que, según las previsiones de estos órganos internacionales, sufrirán dos tercios del planeta en los próximos años y se complica mucho más para la población vulnerable del planeta. Y es que el líquido elemento, considerado por las organizaciones internacionales como “fundamental”, ya cotiza en bolsa.

El agua entra en la Bolsa de Estados Unidos

Este nuevo mercado lo ha puesto en marcha la Chicago Mercantile Exchange (CME). En su web explican que lo hacen para dar “transparencia a este mercado”. Con el nombre de NQH20 hace referencia a la evolución del Índice Nasdaq Veles California Water y se ha creado con la finalidad de cubrir la exposición al mercado del agua dulce para el regadío del oeste de Estados Unidos, concretamente en el estado de California.

La entrada en bolsa pretende unificar la forma de medida actual de las transacciones de los “acres por pie” (medida de la unidad del instrumento que corresponde aproximadamente a 1,4 millones de metros cúbicos). La medida se usa como regla estándar en Estados Unidos para este mercado.

Entrar en bolsa solucionará las demandas de agua para los agricultores

La iniciativa de entrar en Bolsa nace para mejorar la eficiencia de aquellos agentes del mercado del agua en Estados Unidos que, hasta ahora, tenían dificultades para cubrir sus necesidades. Principalmente para agricultores, con más escasez de este líquido y aquellos propietarios con exceso de “acres por pie” que quieren dar salida a sus bienes.

En periodos de escasez por incendios u otras inclemencias meteorológicas, los agricultores esperan un incremento de los precios. Ante esta circunstancia se verán obligados a comprar contratos para cubrir sus necesidades.

Con este argumento, que apunta directamente a la especulación sobre este bien escaso, aparecen las mayores críticas a esta acción.

La moral en esta operación

En el inicio de esta información dejamos planteado que su distribución y abastecimiento en igualdad de condiciones se contempla inasumible, una brecha social y económica que incluso históricamente dividió a los pueblos de la tierra por este bien escaso.

Ahora este bien, entra en las operaciones internacionales, al igual que la electricidad, el petróleo o el gas natural: ¿quién le pondrá precio?  

California, que posee un gran déficit por su sequía y los numerosos incendios forestales que sufre, pone en marcha esta medida para disponer de recursos hídricos que le permitan seguir explotando sus millones de hectáreas dedicadas a la agricultura.

El Relator Especial de Naciones Unidas, Pedro Arrojo-Agudo habló sobre la entrada en Bolsa de este bien. En una carta advirtió que “el agua tiene un conjunto de valores vitales para nuestras sociedades que la lógica del mercado no reconoce y que, por lo tanto, no puede gestionar adecuadamente, y mucho menos en un espacio financiero tan propenso a la especulación”.