Las aguas subterráneas también sufren el impacto del cambio climático

El impacto que deja el cambio climático en todo el planeta es muy variado, tal que así, que las aguas subterráneas también se ven señaladas por su filo peligroso.

La magnitud de este sucesos cada vez es mayor por lo que las proyecciones climáticas apuntan que dependiendo de escenario de emisiones, sucederán unas cosas y otras.

El ciclo hidrológico se ve alterado por la crisis climáticas, y ya estamos viviendo cambios en los patrones de precipitaciones, las sequías, etc, lo que da lugar a la alteración de los recursos hídricos.

Las aguas subterráneas, son uno de los recursos hídricos de los que menos se sabe

Conocemos los cambios observados y previstos en océanos, ríos, lagos y las precipitaciones, pero de las aguas subterráneas se sabe muy poco.

Debemos tener en cuenta que casi la mitad del agua dulce en estado líquido de la Tierra, un 30 % pertenece a estos recursos hídricos, y solo un 1 % es agua dulce superficial.

Las aguas subterráneas se encargan de proporcionar casi la mitad del agua potable que consumimos en todo el mundo, y se trata por ello de la principal fuente de agua utilizada en la agricultura.

Es de vital importancia conocer como el cambio climático comienza a afectar a este recurso hídrico y lo que podrá pasar en las próximas décadas, pues estas aguas alimentan a los humedales también.

Dentro del proyecto IMAGUA (Impactos del cambio climático en humedales afectados por AGUAs Subterráneas), mediante un estudio piloto han permitido tener un conocimiento más profundo y detallado de los impactos del cambio climático en humedales peninsulares, y sobre los impactos de la sobreexplotación de los acuíferos.

Es en una segunda fase del proyecto donde estimaron los impactos más importantes de la variabilidad climática extrema sobre estos recurso hídricos y los humedales asociados a ellas, esto se llevó a cabo junto con los datos del Sexto Informe del IPCC.

Por ejemplo, el comportamiento de las aguas subterráneas ante el cambio climático no es inmediato, pero a largo plazo, la investigación demostró como se nota la reducción de las precipitaciones en ellas, tal y como apuntan las proyecciones climáticas en la región mediterránea.

Las proyecciones indican un descenso del número de días de precipitación y aumenta la concentración de lluvia

Es decir, acabará lloviendo lo mismo, pero en menos días de forma torrencial, por lo que surgirá la escorrentía, lo que hará que haya menos precolación hacia estos recursos hídricos, lo que hace que disminuyan las recargas hídricas y se de una peor calidad de agua y mayor evapotranspiración.

En caso de muy altas emisiones, hay que tener en cuenta que se disminuirán las reservas hídricas de las aguas subterráneas, lo que causará que se aumenten los costes de la energía que se usa para la extracción de las aguas subterráneas.