España ahorra menos que otros países de la UE, con un 7,6 % de la renta familiar frente al 12,7 % europeo

La situación del ahorro en los hogares españoles después del embate de la pandemia ha evidenciado un panorama desafiante.

España no solo se encuentra a la cabeza de las economías europeas con menor proporción de renta destinada al ahorro, sino que también sufrió la mayor caída en este aspecto durante 2022, desencadenando niveles inferiores incluso a los preexistentes a la pandemia.

Esto coincidió con un incremento del gasto familiar que superó la media europea, mientras que la renta de los hogares experimentó el descenso más significativo entre las principales economías de la UE.

Análisis de los hábitos de ahorro y su diversidad regional

Los patrones de ahorro en Europa exhiben una amplia diversidad. Mientras que en Centroeuropa las tasas de ahorro sobrepasan el 15 %, en el sudeste del continente apenas alcanzan el 10 %, siendo incluso negativas en casos como Polonia y Grecia.

La reducción del ahorro no es un fenómeno exclusivo de España, sino que abarca todo el continente. No obstante, la disminución fue especialmente notoria en España, consolidando una tendencia descendente por segundo año consecutivo desde el auge registrado durante la crisis sanitaria.

De acuerdo a los datos de 2022, las tasas de ahorro superan el 15 % de la renta media en buena parte de Centroeuropa —con Suiza (23,4 %) y Alemania (19,9 %) en cabeza—, mientras que no alcanza el 10% en el sudeste europeo —salvo en Eslovenia (14 %) y Hungría (13,4 %)—, situándose así por debajo de la media europea. De hecho, en Polonia y Grecia la tasa es negativa, lo que indica quelos hogares gastaron más de lo que ingresaron y, por lo tanto, tuvieron que utilizar los ahorros acumulados en años anteriores o solicitar préstamos para financiar sus gastos.

Impacto de la inflación en el consumo y el ahorro familiar

La inflación jugó un papel crucial en el incremento del gasto familiar en España durante 2022. Este aumento se tradujo en un consumo total equivalente a 793.600 millones de euros, un 15,1 % más que el año anterior. Aunque parte de este aumento se atribuye a la recuperación del consumo posterior al fin de las restricciones pandémicas, una porción significativa se debe al aumento de precios. Sin embargo, la inflación comenzó a moderarse en 2023, llevando a las familias a reajustar sus hábitos de ahorro y dirigirse hacia opciones como depósitos a plazo y fondos de inversión, en busca de alternativas más rentables y estables.

 En España, la caída de la renta disponible de los hogares llegó al 2,8 %, lo que situó al país ibérico como el quinto Estado de la UE en el que más se redujeron los ingresos de las familias, solo por delante de Estonia, Lituania, República Checa y Letonia. Más modesto fue el retroceso registrado en Italia (-1,38 %), mientras que Francia (-0,4 %) y Alemania (-0,6 %) se situaron por encima de la media comunitaria. 

Este contexto ha provocado un cambio significativo en las estrategias de ahorro de los hogares, destacando la prioridad dada a la cancelación anticipada de deudas hipotecarias y la transferencia hacia formas de inversión más rentables. Estas tendencias reflejan la adaptación de las familias a un entorno económico caracterizado por la inflación y cambios en las políticas monetarias, buscando salvaguardar su estabilidad financiera en un panorama desafiante y volátil.