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París, 27 feb (EFE).- La entrada del Estado holandés en el capital de Air France-KLM y la tensión generada por ese movimiento en el Ejecutivo francés, al que le pilló de sorpresa, hundió este miércoles la cotización de la aerolínea en Bolsa, con una caída superior al 10 %.
A media jornada, sus acciones se hundían un 10,37 % en el parqué parisino.
El desplome se produce un día después de que el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, anunciara que el Estado holandés se ha hecho con el 12,68 % del capital y quiere elevar esa participación al 14,3 %, para igualarla con el capital público francés y poder influir en la gestión del grupo.
"Tomo nota de esta toma de participación (...) que se ha hecho sin informar al Consejo de Administración ni al Gobierno francés", criticó el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en declaraciones publicadas por el diario Les Echos.
Francia, según ese periódico, se enteró de esa operación apenas una hora antes del anuncio.
Le Maire subrayó que "es esencial respetar los principios de buena gobernanza" y que Air France-KLM sea gestionada con el objetivo puesto en su interés social, "sin interferencia estatal nacional".
La aerolínea Air France no se ha pronunciado por el momento sobre ese movimiento, pero según medios franceses, su Consejo de Administración se reunirá este miércoles para abordarlo.
Hasta ahora, según mantiene en su página web el grupo franco-holandés, el Estado francés ostenta el 14,3 %; Delta Air Lines y China Airlines, un 8,8 % cada una; los empleados, un 3,9 %, y el 64 % restante está en manos de accionistas no identificados.
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