El Gobierno planea reducir la tasa de alcohol permitida para conductores: del 0,5 al 0,2

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22/09/2024 - 19:00
Camión en un control de alcoholemia

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El Gobierno español ha anunciado su intención de iniciar los trámites parlamentarios para reducir la tasa de alcohol permitida en sangre para todos los conductores, incluidos los profesionales. Actualmente, el límite es de 0,5 gramos por litro (0,25 mg/l en aire respirado) para la mayoría de los conductores y de 0,3 g/l para los profesionales.

El Ministerio del Interior, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, planea reducir este umbral a 0,2 g/l en todos los casos. Según Grande-Marlaska, este cambio responde a una mayor madurez de la sociedad española para aceptar la medida y tiene como objetivo reducir aún más la siniestralidad en las carreteras.

Propuesta y detalles de la reforma

El ministro del Interior anunció esta propuesta durante un desayuno informativo organizado por Forum Europa. Las fuentes del Ministerio del Interior han explicado que la modificación de la tasa de alcohol se llevará a cabo mediante una modificación del artículo 20 del reglamento general de circulación, lo que requerirá la colaboración de las diferentes fuerzas parlamentarias para su aprobación.

Aunque en junio ya se había propuesto una reducción para conductores noveles y profesionales, esta nueva medida busca unificar y endurecer las normativas para todos los conductores, independientemente de su experiencia.

Contexto y comparación internacional

La reducción propuesta situaría a España en línea con países como Estonia, Polonia y Suecia, que ya han adoptado un límite de 0,2 g/l. En contraste, la mayoría de los países de la Unión Europea permiten hasta 0,5 g/l, mientras que cuatro países (Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumanía) prohíben cualquier cantidad de alcohol en sangre para los conductores. Grande-Marlaska destacó que esta medida también responde a las demandas de las asociaciones contra la "violencia vial", dado que en más de la mitad de los siniestros de tráfico se ha detectado la presencia de alcohol o drogas.

Durante el verano pasado, se registraron 241 fallecidos en accidentes de tráfico relacionados con estas sustancias.

La propuesta forma parte de un enfoque más amplio para mejorar la seguridad vial en España, que también incluye la implementación de cursos voluntarios para la recuperación de puntos del carné. Grande-Marlaska destacó que la tasa de mortalidad en carretera ha disminuido desde la introducción del carné por puntos, situándose actualmente en 36 fallecidos por millón de habitantes, frente a la media de la Unión Europea de 47. El objetivo ahora es igualar o superar los estándares de seguridad de países como Suecia, Dinamarca y Alemania.

El alcohol deteriora todas las capacidades necesarias para una conducción segura y aumenta el riesgo de causar accidentes

Conducir bajo la influencia del alcohol es extremadamente peligroso por varias razones clave:

  1. Reducción de la capacidad de reacción: El alcohol afecta negativamente la velocidad de reacción y la coordinación motora. Esto significa que los conductores borrachos tienen más dificultades para reaccionar rápidamente a situaciones inesperadas, como frenadas bruscas o la aparición de obstáculos.
  2. Alteración del juicio: El consumo de alcohol puede deteriorar la capacidad de tomar decisiones racionales. Los conductores ebrios tienden a sobreestimar sus habilidades y subestimar los riesgos, lo que aumenta la probabilidad de comportamientos de conducción imprudentes.
  3. Disminución de la concentración: El alcohol puede afectar la capacidad de concentrarse y prestar atención a múltiples tareas simultáneamente, como seguir las señales de tráfico y observar el entorno. Esto aumenta el riesgo de distracciones y errores.
  4. Visión comprometida: El alcohol puede afectar la agudeza visual y la percepción de profundidad, haciendo más difícil evaluar distancias y distinguir entre señales de tráfico o peatones.
  5. Impacto en la coordinación y el equilibrio: La capacidad para controlar el vehículo de manera precisa se ve afectada por el alcohol, lo que puede llevar a errores en la dirección y en la velocidad.
  6. Riesgo legal: Conducir bajo los efectos del alcohol es ilegal en la mayoría de los países y puede resultar en graves consecuencias legales, como multas, pérdida de la licencia de conducir, e incluso penas de prisión.
  7. Aumento del riesgo de accidentes: La combinación de los factores anteriores eleva significativamente el riesgo de accidentes de tráfico, que pueden resultar en lesiones graves o la muerte tanto para el conductor como para otros usuarios de la carretera.

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