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El aloe vera es una de las plantas con mayor número de propiedades medicinales. Además, esta planta milenaria contiene numerosos beneficios para nuestra piel, ya que contiene efectos antiinflamatorios e hidratantes. Si tú también quieres conseguir un gel a partir de esta planta, sigue leyendo.
Las propiedades y beneficios del aloe vera
Seguro que en alguna ocasión has recurrido al aloe vera para hidratar o tratar daños de tu piel, ya que contiene numerosas propiedades antiinflamatorias y antioxidativas, lo que la sitúa entre las plantas más consumidas por la sociedad. Su origen se retoma al Antiguo Egipto, donde se consideraba una planta muy apreciada, incluso utilizada para fines culinarios.
Tan fuerte ha sido el consumo del aloe vera que los expertos la consideran ya como una salvación para nuestra piel. Además de ayudar a calmarla, ofrece numerosos beneficios para la curación del acné, ya que ayuda a una curación más rápida y con menos cicatrices.
Otros estudios científicos también han señalado que esta planta aporta numerosos beneficios en el tratamiento de la psoriasis o en el tratamiento de heridas con difícil cicatrización, como las que proceden de la hemorroidectomia. También se le atribuyen otras acciones relacionadas con la cosmética debido a su alta protección con la piel y su acción antibacteriana.
Hacer un gel casero es más fácil de lo que pensabas
Si nos fijamos en los supermercados y tienda de cosmética, la mayoría cuenta con cremas y geles a base de esta planta medicinal. Sin embargo, y a pesar de que sean productos de muy buena calidad, no hay nada como recurrir al aloe vera natural y si podemos, hacer nuestro propio gel. Para ello necesitaremos dos o tres hojas grandes, las cuales cortaremos de la planta y las pondremos en un recipiente de agua con sal durante un día entero.
Una vez que haya pasado el tiempo necesario para sustraer la aloína, un látex en forma de baba que supura la corteza de la hoja, retiraremos la pulpa cortando y separando la hoja en dos mitades. A continuación, con una cuchara, rascaremos la pulpa para separarla de la corteza dura.
Por último, colocaremos la pulpa en un vaso y realizaremos lo siguiente: o aplicar la batidora para que la pulpa alcance la textura de gel, o añadir zumo de limón y germen de trigo. Independientemente de la opción que se escoja, debemos verter el contenido a un bote de conserva y lo taparemos.
A la hora de conservar el gel de aloe vera, podemos hacerlo en la nevera durante tres días, o incluso congelarlo para utilizarlo en un momento donde necesitemos ese frescor inmediato.
Cómo aplicar y utilizar el gel casero
A la pregunta de cómo aplicar el gel casero de aloe vera, la recomendación es hacerlo unas tres veces por semana. En cuanto a los usos de este gel:
- Limpiar, hidratar y regenerar la piel.
- Calmar la irritación e inflamación.
- Prevenir el acné.
- Disminuir las cicatrices y manchas.
- Calmar las quemaduras.
- Reducir las bacterias.
- Tonificar y reafirmar.
- Prevenir el envejecimiento.
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